Mi nombre es
Rafael S., soy de Madrid y vivo en el barrio de Hortaleza, tengo actualmente 60
años y estuve en el preventorio tres meses de verano en el año 1960 (donde hice
la comunión obligatoriamente por tener 8 años, sin nadie de mi familia
lógicamente) y posteriormente en 1962. Me consta que fueron esos años porque
soy muy futbolero y recibia el MARCA que me enviaba mi padre (ante la extrañeza
de las censuradoras) y se jugaba el Mundial de Chile en 1962.
La curiosidad ha
hecho que mi memoria se reactivara y que volvieran a mi recuerdo el 90% de las
cosas que cuentan en el blog otros niños de entonces: el punto de salida de
Andrés Mellado camino de la estación del Norte, el trayecto en en el tren
tumbados debajo de los asientos 12 horas sin poderte mover (algún pescozón de
alguna señorita cuidadora me llevé por asomar la cabeza), la imagen de
recibimiento de otros niños veteranos con la estrofa de "novatos del pre,
novatos del pre" o "10 dias pá la via" y la canción de "con
los macutos del patronato..." cuando nos quedaba poco para volver, la sopa
de serrin, los vómitos, el medio vaso de latón renegrido de agua potable para
comer y otro tanto para cenar, el ir a la playa a bañarnos medio desfilando, la
censura de las cartas enviadas y recibidas, la obligatoriedad diaria de 3 horas
de siesta en una misma posición sin moverte, la letania diaria, el juego de las
tabas y para final las vacunas de todo tipo: lenteja, cruz del patronato,
rayita..., en fin una serie de disciplina muy particular y por supuesto acorde
con la época en la que sucedió.
A través de los
medios hemos visto en un sentido u otro diversas opiniones y pareceres de niños
que estuvimos allí. Yo personalmente no puedo decir que me haya quedado
traumatizado, pero el ánalisis que hago es que de pequeños somos como esponjas
que todo lo absorbemos porque si no hubiera sido así yo no habría vuelto, aún
entendiendo que debemos dar gracias a nuestros padres por hacer que sus hijos
"disfrutaran de vacaciones en el mar", al mismo tiempo que digo que
las vivencias de cada uno no son iguales en el tiempo para los demás ya que
aquellos malditos pabellones estuvieron abiertos desde mediados de los años 40
hasta rebasados los años 70, lo cual nos debe llevar a pensar que efectivamente
hubiera niños que lo pasaran bién.
Lamento no poder
aportar fotos, pero curiosamente hay un sabinoso llamado Fernando R. que aporta
una foto de grupo de la cual mi mente reconoce 3 caras al menos, lo que me
lleva a una confusión de años ya que dice tener 54 años y haber estado ene los
año 65-66, dato que evidentemente no concuerda con mi estancia allí.
No quiero
extenderme más y aunque el dicho dice que el estar recordando cosas es de
mayores, me gustaria intercambiar esas vivencias con quién lo desee.