Archivo del blog

6/12/22

para Jara:

 


Scila Klostenos.

Hola Jara. Han transcurrido un par de meses desde que dejó en el Blog de los sabinosos su comentario y del que acusé recibo al día siguiente. 
La expresión de las conclusiones a las que llegó con la lectura de los comentarios del Blog me impactaron, nunca alguien había  expresado los sentimientos provocados por los desordenados, y tal vez infantiles, comentarios de los niños- ya adultos e incluso mayores- que pasaron por aquél Centro, hoy en ruinas. 
Por ello no puedo resistir al deseo de expresarle mi reconocimiento por sus comentarios, por la acertada interpretación de las historias contadas y la fraternal empatía mostrada hacia aquella infancia nuestra, maltratada e ignorada. Gracias.
Vuelva siempre que quiera y déjenos algún pequeño comentario que nos permita pensar que, la dedicación y el esfuerzo por mantener abierto ese pequeño Foro, no son inútiles.
Un fraternal abrazo.
Scila/
6/12/2022



Una afectiva visita

24 oct 2022- Jara D. R. 

Buenas tardes: Sólamente le escribo para darle la enhorabuena y las gracias por el blog sobre La Sabinosa. Soy una mujer de 36 años. Nada tengo que ver con la Sabinosa y al menos que yo conozca, nadie de mi familia estuvo allí, pero soy una persona curiosa, me gusta leer sobre muchos temas, entre ellos, edificios antiguos con historia, y qué ha sido de ellos. En uno de mis ratos muertos, ya hace algunos años, descubrí su blog. 

Éste me ha dado mucho tiempo de lectura interesante, y me ha ayudado a conocer algo más de la historia de éste país, comprender cómo se vivía en la época (algo de lo que ya sabía, pues tengo la suerte de haber conocido en vida a todos mis abuelos, y algunos bisabuelos, que murieron cuando yo ya era bien mayor). Aunque ellos me relataban de su vida, y de las penurias de la posguerra, que no fue agradable para nadie, su blog me ha dado la visión del mundo desde los ojos de muchos niños. Esto nos hace darnos cuenta de la gran suerte que tenemos actualmente, donde en principio es impensable éste trato hacia los niños, y donde la vida ha mejorado sustancialmente para toda la población (por supuesto sé que una pequeña parte de la población vive en la pobreza, pero quiero creer que salvo casos puntuales que por supuesto se deberían atender, ya no se pasan esas penurias de niños descalzos, malnutridos... y además maltratados.

En fin, que me extiendo en divagaciones.... muchas gracias por el esfuerzo de mantener vivo un blog con tan valiosa información, aunque lamento que esta información haya tenido que salir de su sufrimiento y del de tantos otros, y no de una experiencia gozosa como les prometieron. Un abrazo.

19/9/22

Testimonio de un sabinoso (Redes del Misterio).

 Redes del Misterio ha dedicado un tiempo a conocer e investigar el Preventorio de La Sabinosa. Han elaborado un magnífico album fotográfico con imágenes del Centro y recogido testimonios de personas que directa o indirectamente tuvieron relación con el Preve. Uno de los testimonios recabados es el de Scila, autor de este Blog y ex sabinoso. A continuación se incluye dicho testimonio.


TESTIMONIO DE UN SABINOSO.

La red de Preventorios tengo entendido que surge en plena postguerra, utilizando en ocasiones instalaciones previamente dedicadas a uso hospitalario, o lazaretos y prisiones provisionales que duraron años, o actividades similares. Y surge como solución urgente y barata para atajar posibles pandemias de enfermedades altamente contagiosas. Acogieron a miles de críos que deambulaban por los barrios marginales de las grandes ciudades, en muchos casos sin escolarizar, al borde de la delincuencia, mal alimentados y víctimas propicias de todo tipo de enfermedades que, ante la falta de higiene prevención sanitaria, y medicinas, podían terminar por convertirse en plagas endémicas, como fue el caso de la tuberculosis en la década de los años cincuenta.

A la pérdida de cientos de miles de hombres en la guerra y durante la interminable posguerra, no podían permitir sumar la de la juventud, la infancia, que corría el riesgo de contagiarse de forma exponencial y cuyo tratamiento médico sí era caro, largo y costoso. De ahí la aparición de una red de sanatorios antituberculosos, la constitución de un Patronato bajo el lema de la cruz de Lorena, esa cruz roja de dos brazos de distinta longitud.

Pero hay que distinguir los Sanatorios antituberculosos, como era el de Guadarrama en Madrid, de los Preventorios, estos últimos eran lugares a los que se enviaba a niños sanos- no enfermos- en sucesivas expediciones para mantenerles durante unos meses- no hay acuerdo en la duración de la estancia, se habla de tres meses, de un año, incluso más- con el sólo propósito de tenerles bien alimentados, al aire libre y alejados de los focos de infección potencial de sus barrios y de las propias escuelas, donde se contagiaban unos a otros con suma facilidad.

Sólo conozco La Sabinosa y sólo de lo que conozco puedo hablar. Allí hubo malos tratos físicos y psíquicos a niños muy pequeños, hubo una alimentación seguramente abundante pero mal preparada y posiblemente de muy mala calidad. Es muy difícil de entender que niños que venían, en general, mal alimentados e incluso algunos pasando auténtica hambre en sus casas prefiriesen no comer cuando les ponían delante el plato arriesgándose a recibir un fuerte castigo físico. Algunos vomitaban la comida que ingerían atemorizados por el castigo, si no lo hacían, y alguno tuvo que comerse los vómitos, a guantazo limpio. Eso era así.

Se les abría el correo que recibían, y los paquetes (que guardaban las cuidadoras en sus habitaciones), se les censuraban las cartas que escribían a la familia, y se les mantenía durante horas sentados en la arena de la playa, o en el cercano monte con las rodillas levantadas y la cabeza entre ellas. Aunque la tal señora maestra que telefoneó al programa de Tv diga lo contrario. Jamás en el grupo que me tocó estar dieron un día de clase, jamás vi el aula de la maestra ocupada por niños, además resulta llamativo que, para seiscientos niños, hubiese una sola maestra, está claro que no podía hacer otra cosa que lo que hacía: leer libros o hacer manualidades y cuidar de sus uñas, muy rojas y bellísimas, según recuerdo.

Las cuidadoras eran personas seguramente sin la necesaria formación que hoy en día se exige para tratar con niños, no es de extrañar que, para controlar cada una a sus 20/30 «golfos», como nos llamaban, recurriesen a las palas de madera y a los silbatos metálicos para mantener la disciplina a golpes, y si lograban meter un poco de miedo en el cuerpo mejor, más dóciles se volvían las criaturas.

Las duchas colectivas con agua helada, la presencia de las cuidadoras en los wáteres y en las duchas hoy no se tolerarían. El trato a los “meones” sería intolerable, de juzgado de guardia. Así que las famosas colonias eran un lugar idílico, en cuanto a su emplazamiento, las familias incluso buscaban recomendaciones para que admitiesen a sus hijos por lo que era frecuente la convivencia de chavales del lumpen madrileño con casi señoritos del Madrid de los Austria. Los padres desconocían las condiciones reales en las que transcurrían las “vacaciones”, y el que los hijos se lo contasen a su regreso no servía de nada, no se les creía. Era otra época, qué duda cabe.

Por lo demás no había niños enfermos, no había desapariciones, torturas, misterios… nada que ver con la parapsicología, creo. Esta es mi versión, la versión de mis recuerdos dulcificados por la experiencia y el tiempo, eso sí.

Scila Klostenos/ 04/10/2012

 


11/4/22

Hola, soy Arturo de nuevo.

  

10 abr, 2022

     

    

Para scila.

Hola: Me llamo Arturo. Después de unos años, vuelvo a escribir para contar prácticamente lo mismo de entonces ya que, por motivos personales, no he podido seguir entrando en el Blog de los sabinosos como me hubiera gustado.

Fuí en la expedición 200, que fue en mayo de 1957 y la verdad que yo no lo pasé tan mal como han comentado otros sabinosos. Estuve con la señorita Mª Teresa, la cual creo recordar, se portaba de forma correcta a mi forma de ver en aquella época. Adjunto unas fotos que tenía guardadas con dos compañeros, Enrique, José Antonio y la mencionada señorita Mª Teresa. Si alguno de vosotros os acordáis escribir.


Un saludo a todos los sabinosos .