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17/6/12

Nos visita un nuevo sabinoso: José.

 


Me llamo José y tengo 66 años.Para mi ha sido todo un hallazgo este correo que me ha enviado antesdeayer.
Como digo, también estuve allí y ratifico todo lo leído, es todo cierto, incluso cosas que no recordaba.
Mi trabajo (ahora estoy jubilado) fue de comercial viajando por toda España.En un viaje para una reunión comercial, dormí en el hotel MONUMENTAL TARRACO creo recordar, pregunté y me dijeron que aún existían las ruinas del "Preventorio"".
Llegué y conseguí entrar, con tan mala fortuna que no llevaba móvil para hacer alguna foto, y no pude traerme ninguna.He pasado años recordando aquel infierno que aún no he olvidado.Me gustaría recibir información de algún compañero de fatigas. Si puedo, en breve, haré un resúmen, trataré de aportar algo (no será fácil después de todo lo leído en el Blog). Creo que si Dios existe, el haber estado allí tres meses, nos lo valorara.
Un fuerte abrazo a todos los "sabinosos".

Pepe

9/6/12

De Luís- Comentario







Hola Scila.

He leído los últimos comentarios, y estoy de acuerdo con lo que dice Ramón, pero sobre lo que comentas tu no estoy tan seguro. Hace unos días estuve con un primo hermano mio, unos años mayor que yo, y me comentó que estuvo en el Preventorio en 1947 por primera vez y volvió dos años después. Me dice que no lo pasó tan mal, incluso formó parte del equipo de futbol. En definitiva, no se identifica con lo que yo viví.
Hace tiempo que doy vueltas a las diferentes vivencias de algunos de los que por aquel lugar hemos pasado, y me da la impresión que en el transcurso de los años aquello fue a peor. Yo por ejemplo, estuve en el 55-56, y lo pasé mal, pero he leído de alguno que fue después y creo que casi fui un afortunado, en cambio casi todos los que han estado antes que yo parece que les fue mejor.
Así que en lo referente a esa maestra, creo que tienes razón, si fuese de los primeros tiempos, tendría que ser una persona muy mayor.

Saludos a todos los Sabinosos. de Luís.

8/6/12

Ramón, un sabinoso indignado.

Soy Ramon de 58 años vecino de Tarragona, yo tambien pasé varios veranos en el Preventorio de la Sabinosa, he conocido vuestro blog por el Diario de Tarragona, en el cual el pasado 3 de junio se publicó una entrevista a una profesora (Ascension Campos). Sus palabras de negación de las penalidades que sufrimos me han indignado hasta el punto que he decidido ponerme en contacto con vosotros, y con el pereiodista que realizó la entrevista (José Xavier Fernández), para explicarle mis experiencias, ya que yo vivi aquellas penalidades y aunque ha pasado todo este tiempo no he podio olvidar lo que esa señora niega. 

7/6/12

Francisco, un vecino.



El preventorio de La Savinosa. Nosotros le llamábamos el orfanato. Siempre me ha llamado la atención ese lugar de aspecto siniestro. Una vez entré con un amigo cuando el preventorio llevaba 18 años cerrado y estaba bastante deteriorado, yo tendría unos 16 años y fue una visita de lo mas intrigante; recuerdo los montones de mantas que había, iguales a las que 2 años mas tarde encontré en el cuartel donde hice la mili; pero lo que mas me llamó la atención fueron las fichas con nombres y apellidos y si no recuerdo mal acompañadas de una fotografia en blanco y negro de niños que pasaron por allí; estaban en uno de los edificios de planta baja donde también había muchos medicamentos abandonados, al parecer se les suministraba algún tipo de medicación.
El hecho de que me haya decidido a escribir aquí (aunque no sea un sabinoso de los que pasaron por aquel infierno) es que a parte de que es un lugar que siempre me ha atraído (es un escenario perfecto para rodar una película de suspense) es que yo trabajo en un bar de Tarragona en la calle San Benildo por si alguien lo conoce se llama "La Llave"; pues bien el caso en que como alli recibo el diari de Tarragona todos los días y llevamos ya unos cuantos días con el tema del preventorío me han salido un par de temas curiosos y que me han llamado la atención aunque son cosas ya de los años 1972/73. 
El primer caso es de un señor que por aquella epoca trabajaba de albañil y a la salida del trabajo un compañero (de etnia gitana) le sugirió ir a ver su casa a echar una cervecita al lado de la playa, a lo que él aceptó; cual fue su sorpresa que donde le llevó fue a nuestro preventorio de La Savinosa.
En la misma mañana en el bar hablando del tema con un antiguo guardia urbano, ya jubilado, me comentó que a él le tocaba ir a menudo por alli, por esas mini viviendas que el Ayuntamiento habilitó haciendo una especie de compartimentos separados por tabiques para meter alli a la gente. Gente normalmente emigrantes que que vivian en chabolas junto al río Francolí; en aquellos habitáculos la gente tenía electrodomésticos, neveras, cocinas lavadoras, etc., que compraban en la tienda de moda de la época en tarragona: "SIGMA", ese material lo compraban aquellos moradores del preventorio a base de letras que difícilmente pagaban y es por esto que nuestro amigo el guardia urbano visitaba con frecuencia ese lugar reclamando dichas letras. También me comentó que vigilando el lugar habían siempre un par de guardias (los grises) al refugio de una especie de “choza”. Aunque en el interior de aquella gran comunidad que allí se formó el que mandaba era el patriarca, un tal Antonio Carmona, al que todo el mundo respetaba. Con el tiempo estas personas fueron trasladadas a los barrios de Campo Claro y la Esperanza.
Y según cuenta este antiguo guardia urbano estos gitanos dejaron el lugar en un estado lamentable.

Saludos Francisco.

5/6/12

Fernándo, de Tarragona.



HOLA. Me llamo Fernándo, tengo 54 años y me acabo de enterar por mi hija del articulo publicado por el Diari de Tarragona sobre los niños de La Sabinosa. 
Creo que fui uno de ellos, y digo creo porque  no sé cómo se llamaba aquel siniestro lugar al que me envió mi madre en el año 1965 ó 1966. Mi hija ha reparado  en el artículo recordando las veces que me ha escuchado contar que estuve en unas colonias en Tarragona. 

Conservo una foto que  os adjunto, pero mis recuerdos son muy borrosos. Apenas si recuerdo el comedor  o los dormitorios, pero sí la salida desde Madrid. Dormíamos en el suelo del tren junto a la calefacción. 
En la foto que aporto se puede observar el famoso corte de pelo y la que, creo recordar, era la señorita Emilia que nos pegaba cada dos por tres. También recuerdo las salidas a la playa, aunque yo fui en invierno, y alguna excursión a una ermita con el suelo cubierto de algarrobas. En una ocasión fuimos al campo de futbol del Tarragona que jugaba contra el Cordoba. En otra ocasion jugamos un partido de futbol en un campo de tierra con equipación, yo jugué de portero. 
A mi regreso mi madre me contó que me envió varios paquetes con colacao, chocolate y tebeos que jamás recibí. En fin, lo único que puedo decir es que mi mejor recuerdo fué, llegando a Madrid, ver a mi madre en el andén con un regalo para mí.
Las sensaciones que que he conservado siempre de aquella estancia ha sido siniestra, quizá por ello mi subconsciente lo fue borrando. Siempre he tenido curiosidad de saber donde estaba ese lugar y, paradojas de la vida, ahora vivo al lado, en Torredembarra. Así que no tardaré mucho en ir a visitarlo, un saludo a todos.