Archivo del blog

27/12/14

Feliz Navidad



Hola Scila.
Hace unos días en la página de la Sabinosa, escribí un comentario al escrito de L, la cuidadora, ese comentario no ha aparecido y te puedo asegurar que yo si pongo mi nombre y apellido, además del nik que tengo en google +.
Me gustaría mandar un mensaje para los sabinosos, un mensaje de felicitación para el próximo año, incluyendo una foto de estrellas.
Gracias amigo.








Deseo para la “cuidadora” L y para                            


todos los sabinosos que el próximo 2015 sea un año infinitamente mejor que el que se nos va, (lo que no creo que sea difícil). Y que cuando estéis fuera de las luces de las ciudades y por la noche, levantéis la cabeza y miréis al cielo, es algo maravilloso y gratificante, uno de los regalos que nos da la naturaleza, que no nos pide nada a cambio, no os aseguro que lleguéis a ver algo como lo de la foto que os mando, pero intentarlo.

Carlos de L.

23/12/14

Felicitaciones




Feliz Navidad, Scila. Y que el 2015 sea mucho mejor para todos. Mi felicitación a L., a Ramón y, a todos los Sabinosos, mis mejores deseos para el 2.015.

Jesús, L. C.

18/12/14

Una sabinosa del otro bando.



Nuestra playa. A la que sólo tendríamos que haber ido a disfrutar, como bañarnos, coger conchas para hacer collares y pulseras, correr, reír, gritar... ¡Ser libres!
Estas actividades tan propias de niños casi nunca se hacían; si se os permitía jugar "arrastrandoos" por la arena y, con frecuencia, poniendo vuestras "cabezas gachas" sobre vuestras propias rodillas, durante horas.
Fui guardadora en nuestro Preventorio cuando apenas había cumplido quince años, unos meses antes de cumplir los diecisiete dejé ese trabajo. Creo que eso puede explicarlo todo. 
En estos días navideños he sentido la necesidad de dirigirme a vosotros y deciros que, desde que casualmente me encontré con el Blog que coordina nuestro compañero Scila, estáis permanentemente en mi recuerdo, desearía que todos los que por  allí pasasteis, hayáis tenido una vida plena de cosas buenas. 
Feliz Navidad y venturoso 2015. 
L.

16/12/14

Navidad 2014/2015



De nuevo el ininterrumpido discurrir del tiempo nos acerca a las postreras fechas del año. De este año 2014 que, como como es lógico, tendrá un significado diferente para cada uno, en función de qué nos deparó.

Permitidme que, desde este modesto Blog, os haga llegar a todos los sabinosos y a sus familias mis mejores deseos para el que viene, ese 2015 que podría aportar un cambio de tendencia, una ligera mejoría en las espectativas, un atisbo de esperanza de que ya no podemos ir a peor. 

Se pronostican cambios políticos, de signo económico, se nos promete poner en su sitio a corruptos y defraudadores, tal vez alguno hasta devuelva lo que tomó, y usó indebidamente, de nuestros impuestos y de nuestra confianza.

Bien es verdad que, para que esos cambios 
positvos tengan lugar, habremos de arremangarnos y hacer cada uno su tarea, aportar el famoso grano de arena, nadie nos arregalrá la casa si no lo hacemos todos a una, como Fuenteovejuna.

Sabinosos, os deseos una muy Feliz Navidad y un 2015 que cumpla con todas vuestras espectativas.

Un abrazo compañeros.
Scila/





Amigo Scila y amigos Sabinosos: Termina otro año. Desearos a todos que el que empezará dentro de poco sea mejor en todo: salud, bienestar y el poder compartirlo con vuestros seres más queridos.

Un abrazo.
Ramón G. S.- Amposta.

28/9/14

Las cuidadoras




 
 
Tres cuidadoras que no tienen el aspecto con el que las recordamos, serán de épocas posteriores, o de las que se comportaban con los chavales como personas y no como furrieles histéricos.
 
Foto cedida para este Blog por L.

Una época





Trabajadoras del Preventorio. No hay datos de la foto, si alguna se reconoce... que nos lo diga.


Foto cedida para este Blog por L.

La monja omnipresente





Un grupo de trabajadoras del Preventorio con una monja de las que yo afirmaba que nunca existieron. Debían ser invisibles para mí.


Foto cedida para este Blog por L.













Aquí os dejo una impresionante fotografía de cuatro atrevidas cuidadoras que arriesgaron mucho bajando hasta las rocas- un ola se las podría haber llevado en un abrir y cerrar de ojos- para obtener esta imagen irrepetible.
La foto es propiedad de una colección privada, se puede ver pero no llevársela.

25/8/14

Las colonias

Así era nuestro comedor, pero sin monjas.
Así era nuestro comedor, pero sin monjas.

Siguen pasando los años y aumenta el lamentable estado de ruina en las instalaciones de La sabinosa. Se deterioran todavía más y más deprisa sin que nadie, ni personas ni instituciones, le pongan remedio.
Lástima, los edificios ya son de imposible recuperación, cuando sean derribados y los camiones se lleven los escombros también se llevarán la memoria, las imágenes y los sentimientos que entre sus muros encerraron durante décadas, procedente de las vidas de miles de chavales que vivieron- cada uno a su manera- una época de su infancia, internados en las famosas "colonias" infantiles para muchos, campos de internamiento infantiles para otros.
En cualquier caso esos edificios no deberían haber terminado así, en ruina absoluta, cuando podrían y deberían ser de utilidad pública y al tiempo un lugar de recuerdo vivo de una época tan especial para miles de niños que pasaron por sus instalaciones en la dura  e interminable posguerra.


                                                          

                                                              Así es ahora.

31/7/14

P. Santoyo

Hola. acabo de incorporarme al grupo. Estuvimos mi hermano y yo en La Sabionosa, creo que en año 56 o el 57, durante el verano. Si mal no recuerdo dormíamos en el pabellón más cercano a la vía del tren, recuerdo que en la planta baja, en la segunda cama según se entraba a la derecha, pues siempre avisábamos durante las siestas si venía la señorita. De ella tengo una vaga imagen pero no de su nombre, a mi me cogió algo de manía y siempre me contestaba de mala manera. Para nosotros era la primera vez que veíamos el mar y es una imagen que me quedó grabada para siempre la llegada a Tarragona al amanecer y el resplandor de las primeras luces en las aguas. Sólo tengo algunos buenos recuerdos, de los malos- como las comidas- prácticamente tengo una recuerdo borroso, disfruté mucho en la playa y me gustaba ponerme en el marcador durante los partidos de fútbol, lo que lamento es no tener ninguna fotografía. Espero reconocerme en alguna de las vuestras. Un saludo a todos.

28/1/14

Un recuerdo de Ramón.


Amigo Scila, lo primero desearte a tí y a todos los "sabinosos" - seguramente la mayoría jubilados -,  un saludable  y feliz 2014.

Precisamente, y recordando las Fiestas de Navidad, me han venido a la memoria los recuerdos de aquella Navidad de 1.959 que tuve el infortunio de pasar en "nuestro" Preventorio.

Mis padres, en el Pirineo de Lleida, no tenían la posibilidad de venir a verme. Pero en Roquetas (localidad próxima a Tortosa, cerca del Delta del Ebro), vivían  y viven todavía, familiares míos. La distancia es de unos 80 km. Mi tío recibió una carta de mis padres autorizándole a poder ir a buscarme y pasar el día de Navidad con ellos. La semana antes, se presentó en la Sabinosa y el Director le concedió permiso para ello.

Día de Navidad: mi tío con su Peugeot 250- una moto de los años 50 -, después del viaje por la N-340 de la época- podéis imaginar la aventura que esto representaba- llega al Preventorio.

Yo le veo por una de las ventanas y corro hacia él. Una cuidadora me cierra el paso, me coge de la mano y me dice que me espere. Mi tío habla con otra de las cuidadoras; yo no sé de que hablan, pero veo como mi tío sube a su moto y se marcha. No recibí ninguna explicación por parte de las cuidadoras.

Años después, cuando con mis padres se trasladaron a vivir a Roquetas, supe el por qué: el día que mi tío vino a entregar la carta  de mis padres, me trajo de regalo un cochecito de fricción (os acordáis de cómo eran, ¿no?). Pues bien, le dijeron que con el cochecito había hecho mucho ruído. ¡Qué falacia! Aquel coche, para mí una auténtica maravilla, duró en mis manos, como mucho diez minutos. Luego desapareció y nunca más se supo.

En fin, otra triste situación de una larga colección que nos tocó vivir en aquel antro. Por suerte vinieron otras muchas Navidades y más felices.


Un abrazo a todos.

Ramón G. S.