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30/7/12

Joaquin, un nuevo sabinoso

¡Saludos a todos los sabinosos!

Soy Joaquin y fuí otro niño mas de todos los que pasaron por allí... Para mi ha sido un gran descubrimiento este blog y no quiero dejar pasar la oportunidad de felicitar a Scila por ello.
Me enteré de su existencia a través de la noticia del Diari de Tarragona, a raiz de unos amigos que viven alli. Desde entonces no paro de entrar en el blog, de leer y leer, de recordar momentos, situaciones, anécdotas... en fin... muchas emociones vividas...

Me uno a este blog para aportar alguno de mis recuerdos, que por suerte para mi, no fueron tan malos como muchos de los que he podido leer.
Actualmente tengo 60 años y vivo en el barrio de Tetuan, en Madrid, exactamente en la calle Porfirio, donde nací. Recuerdo cumplir allí los 10 años, por lo que estuve en el Preventorio en Abril del año 1962. Me acompañaba mi primo Jesus, casi 2 años mayor que yo. Recuerdo que por eso, él estaba en otro pabellón. Yo no recuerdo el mio.
Todo comenzó cuando una vecina del barrio se enteró de estas colonias, en las que según ella pensaba, eran una especie de "vacaciones" donde los niños pasaban algunos meses disfrutando de la playa, de juegos, etc...
Yo no queria ir y mis padres tampoco tenian especialmente ganas de enviarme a las colonias. Tenia 9 años y era la primera vez que me separaban de ellos. Pero ahí estaba mi primo Jesús para convencerme, asi que, allá que nos fuimos.
Tengo que decir que mis recuerdos, por suerte, no son malos. Cierto es, que habia una disciplina muy estricta, pero la señorita de mi grupo, de la que no recuerdo el nombre, era amable con nosotros. Yo no ví maltrato fisico hacia ninguno de los niños.
Si recuerdo anécdotas y cosas que poco a poco me vienen a la memoria...
Recuerdo el "serrin", asi lo llamabamos, una especie de sopa de sémola, que ya ha comentado alguno en el blog, asquerosa y que por supuesto teniamos que comerla hasta ver su fin. La tirabamos debajo de la mesa, pero es evidente que no nos servia de nada.
Nunca me llegué a bañar en el mar, no recuerdo si porque no nos dejaban o porque al ser mes de Abril no era época ni tiempo. Para llegar nos ponian en fila, con estricto orden, pero sólo nos dejaban "jugar" en la arena y por cualquier tonteria nos castigaban, como muchos de vosotros habeis dicho, con la "cabeza agacha" (sentarse en el suelo con las rodillas levantadas, los brazos en las rodillas y la cabeza apoyada en los brazos) y ni siquiera podias mirar a los lados, porque enseguida venian las señoritas a darte una buena colleja.
 Recogiamos conchas, nos gustaba coleccionarlas y recuerdo que cuanto mas grandes mejor. Recuerdo conseguir mas de una, tipo "vieira", que cambié con otro niño a cambio de que me diera el chocolate de las mañanas durante 1 semana. Cosas de niños... También pasabamos parte de nuestro tiempo jugando a las tabas.
 Hubo excursiones. Un dia, a ver un partido de futbol al campo de Tarragona. Creo recordar que jugaba el equipo de Tarragona contra otro, que no recuerdo. Lo pasamos bien!Otra vez, nos llevaron a Tarragona de turismo y pudimos ver la catedral!Para mi, estos dias, suponian diversión, aunque siempre con mucho control, teniamos que ir de dos en dos de la mano, y mucho orden.
 En definitiva, yo tengo muy buenos recuerdos, de hecho hace 3 años fuí con mi mujer a Tarragona y pudimos ver las "ruinas" desde el exterior de lo que fué aquello... Me hizo mucha ilusión poder verlo, aunque sentí pena y tristeza de verlo tan abandonado...
Lo que sí me pareció curioso, es la alambrera que cerraba el recinto y verlo tan custodiado por unos guardeses. Solicité entrar a esa persona que ví dentro, pero me dijo que estaba completamente prohibido, aún explicandole que fuí uno de los niños que pasó allí tres meses hace tantos años...
Después viendome hacer unas fotos, desde fuera, me llamó la atención, diciendome que no se podian hacer ni fotos!!Me pareció muy extraño y curioso todo aquello... me preguntó porque está tan abandonado y vigilado... ¿es que no quieren que se sepa algo?
Una de las cosas negativas que puedo recordar es la imposibilidad de escribir a nuestros padres sin que las señoritas nos abrieran y leyeran las cartas. Si veian algo que no les gustara, enseguida las rompian y nos hacian escribir otra... También nos leian las cartas que podiamos recibir de nuestros padres y familiares.
Recuerdo una historia hacia un niño que no me gustó nada. A las duchas ibamos todos juntos, desnudos. Nos daban un estropajo para lavarnos. Recuerdo como una señorita frotaba fuertemente a un niño todo el cuerpo, un dia tras otro, hasta dejarle rojo, no sé, si porque le cogió mania... pero era algo inhumano hacia un niño tan pequeño.
 En fin... aqui doy por terminados mas o menos mis recuerdos y adjunto dos fotos de aquél momento.
 En una de ellas aparezcon mi todo mi grupo y mi señorita. Yo soy el de delante de la señorita, ella tiene su mano derecha en mi hombro.
Y en la otra foto, la señorita tiene su mano izquierda en mi hombro.
 Me haria mucha ilusión, que alguien se pudiera reconocer en alguna de estas fotos. Yo no recuerdo nombres de niños ni de mi señorita, ni tampoco el pabellón donde estuve. Espero que alguien me lo pudiera decir.
 Otra cosa que me gustaria comentar, es que de mi barrio de Tetuán fuimos varios niños, entre ellos un tal Jesús. Y hemos leido en el blog que hay un Jesús, también de la calle Porfirio, como yo, que estuvo allí. No sé si será el mismo. Espero que pueda leer mi comentario y confirmar si es él o no.
 Con todo esto, me despido con una gran saludo a todos los sabinosos y con mi segunda enhorabuena a Scila! Seria bonito poder quedar algún dia, si no todos, los que podamos...
Un saludo.
Joaquín, como dices Ximo (suponemos que es por Valencia, jeje).





Respuesta de Jesús. 01/08/12
Pues sí, Joaquín, yo soy Jesús (Chule), de la calle Porfirio. Por lo que cuentas, creo que eres primo de Jesús. Yo estuve con tu primo en la Sabinosa, en el colegio, hicimos juntos la Mili en Alcalá de Henares, y coincidimos en Maternidad de La Paz cuando fuimos padres. Es que somos de la misma edad. Sus padres y los míos eran muy amigos. Él es tres días mayor que yo.
Me ha alegrado mucho el saber de tí. Decirte que hay más niños de nuestra calle y época que estuvimos en La Sabinosa, como Luis (Tito, el hijo del panadero) y creo recordar que algún sobrino suyo.