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29/4/17

Nuevo sabinoso


Hola Scila, he dado con tu blog y han acudido a mi mente retazos de recuerdos escondidos en lo mas profundo de mi cerebro.
Antes que nada quiero agradecerte el que hayas plasmado tus recuerdos y sensaciones y nos permitas compartir esas vivencias de soledades entre multitud y de lágrimas escondidas, mitad por miedo y mitad por vergüenza.
Yo, afortunada o desgraciadamente, tengo la facilidad de arrinconar los momentos nefastos de mi vida, pero a veces me asaltan episodios en sepia, son como fotogramas de un film inacabado, sintiendo esas experiencias como si me las hubieran contado...Y no vivido, y sufrido.
Vasos de latón (o ¿aluminio?) pequeños para beber escasa agua, labios resecos con costras, castigos sentados en el patio cabeza agachada, brazos rodeando las rodillas...Y el sol castigando las cabezas rapadas al cero, paquetes enviados por familias sacrificándose, que no llegaban, avidez y nervios al esperar un correo que tampoco llega; cadenas sujetas a un silbato que dejan laceradas heridas en piernas y brazos; excursiones sigilosas por detrás del pabellón buscando entre los deshechos de comidas las tabas para el juego de todos.
Recibimientos a la llegada del Bus, brazos con movimientos extraños, canciones que a tan corta edad asustaban (aunque después sermos uno mas de aquellos "Cantores")
Recuerdo estar en la primera cama del dormitorio y, como la señorita (olvidé su nombre, pero creo que era la de la foto) se recostaba a mi lado mientras "Cuidaba" el dormitorio.
No lo recuerdo con seguridad pero creo que mi estancia fué en el año 1957 ó 1958.
Sólo dispongo de esa foto, el de la fila de atrás de pié es un hermano mío: Fernando, que también compartió llamémoslo esta abusiva y dolorosa vivencia. Y me uno a la frase de Gibrán Khalil Gibrán:
-"Los recuerdos son un traspié en el sendero de la esperanza".

Un saludo a todos y agradecido a Scila por traernos este viaje al pasado.


Antonio/