Qué tal compañero? Vi el programa de Espejo Público en Antena 3 TV ayer
miércoles dia 10, por la madrugada. ¿Disparidad de opiniones? Puede ser.
Creo que, aunque algunos compañeros disfrutaron de la estancia en el Preventorio, quedó constatado por una inmensa mayoría que los maltratos y
las vejaciones fueron muy, muy, muy reales y verídicas. También lo
refrendaron las compañeras de otros preventorios, como el de Guadarrama.
En el 1.959, con ocho años, yo no recuerdo a nadie que nos diese ningún
tipo de clases. Sí recuerdo, al llegar el primer día, obligar (las
cuidadoras?) a mi madre a frotarme las rodillas hasta sangrar, decían
que era suciedad. No amigo, no, era la piel quemada por el klinker
(residuo del tratamiento del cemento) procedente de la fábrica que había
en Xerallo (Pirineo de Lleida) y en el que nos gustaba mucho jugar a los
niños. En fin. No todo es al 100%, pero sí que un 99% se aproxima a la
realidad mas execrable que sufrimos los niños que allí tuvimos la
desgracia de ir.
Una abraçada a tots els sabinosos.
Ramón. Amposta.
Una abraçada a tots els sabinosos.
Ramón. Amposta.
Evidentemente Ramón, cada uno tiene sus recuerdos y cree que las cosas ocurrieron tal como las recuerda. Eso es discutible, pero hay detalles que no tienen vuelta de hoja ¿Qué hacía la señorita maestra con seiscientos niños? Nada. No podía hacer nada, tal daba clase a los hijos del administrador pero a nosotros no. Sólo recuerdo de ella las famosas uñas, largas y rojas como claveles reventones, el mismo color en los labios, muy repintados, y paseando con un libro en las manos por el interior del aula, vacía.
ResponderEliminar