El
preventorio de La Savinosa. Nosotros le llamábamos el orfanato. Siempre me ha
llamado la atención ese lugar de aspecto siniestro. Una vez entré con un
amigo cuando el preventorio llevaba 18 años cerrado y estaba bastante
deteriorado, yo tendría unos 16 años y fue una visita de lo mas
intrigante; recuerdo los montones de mantas que había, iguales a las que 2
años mas tarde encontré en el cuartel donde hice la mili; pero lo que
mas me llamó la atención fueron las fichas con nombres y apellidos y si no
recuerdo mal acompañadas de una fotografia en blanco y negro de niños que
pasaron por allí; estaban en uno de los edificios de planta baja donde también
había muchos medicamentos abandonados, al parecer se les suministraba algún tipo de
medicación.
El hecho
de que me haya decidido a escribir aquí (aunque no sea un sabinoso de los que
pasaron por aquel infierno) es que a parte de que es un lugar que siempre me ha
atraído (es un escenario perfecto para rodar una película de suspense) es
que yo trabajo en un bar de Tarragona en la calle San Benildo por si alguien lo
conoce se llama "La Llave"; pues bien el caso en que como alli recibo el diari de
Tarragona todos los días y llevamos ya unos cuantos días con el tema del
preventorío me han salido un par de temas curiosos y que me han llamado la
atención aunque son cosas ya de los años 1972/73.
El primer caso es de un señor
que por aquella epoca trabajaba de albañil y a la salida del trabajo un
compañero (de etnia gitana) le sugirió ir a ver su casa a echar una
cervecita al lado de la playa, a lo que él aceptó; cual fue su
sorpresa que donde le llevó fue a nuestro preventorio de La Savinosa.
En la
misma mañana en el bar hablando del tema con un antiguo guardia urbano, ya
jubilado, me comentó que a él le tocaba ir a menudo por alli, por esas mini viviendas que el Ayuntamiento habilitó haciendo una especie de compartimentos
separados por tabiques para meter alli a la gente. Gente normalmente emigrantes
que que vivian en chabolas junto al río Francolí; en aquellos habitáculos la
gente tenía electrodomésticos, neveras, cocinas lavadoras, etc., que compraban en
la tienda de moda de la época en tarragona: "SIGMA", ese material lo compraban
aquellos moradores del preventorio a base de letras que difícilmente pagaban y
es por esto que nuestro amigo el guardia urbano visitaba con frecuencia ese
lugar reclamando dichas letras. También me comentó que vigilando el lugar habían
siempre un par de guardias (los grises) al refugio de una especie de “choza”.
Aunque en el interior de aquella gran comunidad que allí se formó el que mandaba
era el patriarca, un tal Antonio Carmona, al que todo el mundo respetaba. Con el
tiempo estas personas fueron trasladadas a los barrios de Campo Claro y la
Esperanza.
Y según
cuenta este antiguo guardia urbano estos gitanos dejaron el lugar en un estado
lamentable.
Saludos Francisco.