Ojalá este verano, en vuestras merecidas vacaciones, encontréis algo parecido a las calitas paradisiácas que rodean nuestro Preventorio, y en las noches estivales un cielo que se muestre cuajado de estrellas- como las de entonces- y, por qué no, que podáis contemplar una magnífica tormenta desde algún lugar tan alto como era, y aún es, la torreta del pabellón central.
Todo un espectáculo de la Naturaleza que nunca se os permitió disfrutar, como de tantas otras cosas. Un saludo muy afectuoso a todos.
L. (la seño).