(Resumen)
-Tú, muchacho- dijo el hombre- sal al pasillo, ¡enseguida!
-¿Es a mí?- preguntó con guasa el del cigarrillo sin moverse. El hombre no respondió, alargó el brazo, le atrapó del pelo y tiró con fuerza arrastrándolo por el asiento hasta arrojarlo de bruces...
-¿Es a mí?- preguntó con guasa el del cigarrillo sin moverse. El hombre no respondió, alargó el brazo, le atrapó del pelo y tiró con fuerza arrastrándolo por el asiento hasta arrojarlo de bruces...
...la mano se movió veloz, las bofetadas restallaban como disparos, por encima del sonido de las ruedas del tren, el muchacho se tambaleaba a cada golpe. El castigo no cesó hasta que dobló las piernas y cayó al suelo gimoteando...
...cuando amaneció seguíamos siendo veintinueve, Paco no regresó, ni regresaría más, nunca supimos qué fue de él.
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