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27/10/15

El eclipse de verdad





Hola amigos. Hace ya unos días nos envió Carlos esta composición formada por más de dos docenas de imágenes del último eclipse. Son imágenes obtenidas por los instrumentos astronómicos manejados por él mismo y su colega José. Por causas exógenas quedó pendiente de colgar durante estos días y ahora os dejo aquí esta maravilla para general disfrute.
Gracias a nuestro compañero sabinoso- astrónomo aficionado- por su estupendo obsequio.


21/10/15

Respuesta de Carlos

En primer lugar, quiero mandar un afectuoso saludo a nuestra “seño L”. No ha sido por descortesía el no haber contestado a su escrito, lo he leído hace unos cuantos días y me ha parecido que aunque sea desde otro punto de vista, ha entendido lo que algunos de nosotros pasó en aquel lugar, que debería de haber sido de recreo y, en algunos casos, fue de angustia y sufrimiento. Yo particularmente no me puedo quejar, pues aunque también se me humilló en muchos aspectos, no llegué a sufrir maltrato físico, siempre tuve problemas con algunas comidas e hice de tripas corazón para no tener que pasar por el mal trago de volver a comer lo expulsado, que si vi como se lo hicieron a otros.
Ya comenté en su día (adjunté foto del evento) como por la festividad de los reyes, me regalaron un ajedrez, a otros juegos parecidos y como el día siguiente nos los requisaron aduciendo que nos los podían quitar de las taquillas, nunca más volvimos a verlos:
-“Seño L”, ¿estuviste en fechas de navidades y puedes decirme si era así también en tu etapa de cuidadora?
Como ya dije en otra ocasión yo estuve a finales del año 1955, es decir cinco años antes de la etapa de “seño L”, cuando he leído los relatos de otros compañeros de distintas expediciones y años, me he dado cuenta que los más antiguos no parecieron pasarlo tan mal. Un primo hermano mío, que estuvo en el año 47, incluso dice que lo pasó bien y repitió, pero para mí que no debe recordarlo del todo bien, pues al parecer se escapó y lo devolvió al Preventorio la guardia civil. Sí me ha parecido que según he ido leyendo los que han ido después de mi estancia allí, lo han ido pasando peor de lo que vi y soporté, aunque repito que tras haber leído comentarios posteriores, casi fui un privilegiado.
Seño L, muchas gracias por tu contestación y espero impaciente una segunda remesa donde nos cuentes más detalles de tu paso por aquel lugar.
Recibe desde Madrid un cariñoso saludo.
C. de L.

17/10/15

El eclipse

Foto: C. Giménez. 2015.


Imagen dedicada a nuestro compañero, de Luís, gran aficionado- y entendido- en asuntos del Cosmos y sus astros.  Por cierto, hace ya varias semanas que la Seño dirigió una esquela a Carlos y a Anónimo y se ve que ninguno la ha visto puesto que no ha habido respuesta de ninguno.
No creo que sea descortesía, por supuesto que no. Nos vemos/.

29/9/15

Respuesta de la seño a de Luis y Anónimo.



¿Qué tal compañeros? Por alusión me dirijo primero a C. de Luis y a "Anónimo" que, de forma cálida y afectuosa- se interesan por el testimonio de mi paso por nuestro Preventorio. Haré lo que pueda por recordar sin olvidar que entonces contaba con tan sólo quince años por lo que era tan inmadura, e incapaz de analizar aquella dura realidad, como vosotros.    
Mis vacaciones (por las que te interesas), C. De Luis, han sido muy gratas, las he compartido con mis nietos hasta que comenzó el curso escolar, esa es la razón de mi tardanza en contestaros y, como no, encantada de que me tutees. 
En su momento leí todas y cada una de vuestra vivencias, reflejadas en el blog que dirige nuestro compañero Scila. No salía de mi asombro al leeros, aquello que contabais no podía ser cierto, si bien estaba de acuerdo con muchas de ellas, con otras rotundamente no podía estarlo, por lo menos los niños que yo traté no pasaron por aquello.  Creo recordar que fue a principio de 1960 cuando llegué al Preventorio de la mano de mi madre, con toda clase de carencias y sin haber terminado mi enseñanza primaria, en busca de un futuro mejor. Pasados unos meses como "invitada" en la Institución, pasé a formar parte de la plantilla de trabajadores realizando todo tipo de trabajos, incluso los más duros pese a mi edad. Transcurrido un tiempo me propusieron ser guardadora de niños. El cambio era muy importante para mí, no lo dudé: acepté de inmediato. Me enviaron al Sr. Instructor para que me informase debidamente en qué consistiría mi nuevo trabajo. Estaba muy ilusionada, llevaba meses viendo pasar a las cuidadoras, tan elegantes con su bonito uniforme, siempre tan serias, y los niños tan disciplinados y bien formados, que no podía creer que iba a convertirme en una de ellas.
Pues bien, la única formación que recibí para hacerme cargo de 30 chavales- entre 6 y 12 años- fueron las palabras del Instructor: “Lo único que usted tiene que hacer, mientras sea cuidadora correturnos, es fijarse mucho y aprender de sus compañeras. Observe como actúan ellas con los residentes y ya irá usted aprendiendo".
Aquí acabó, antes de comenzar, el “cursillo” de formación.  Eso fue todo lo que se suponía debía saber. Ignoro si el resto de mis compañeras recibieron la misma capacitación pero al menos eran, casi todas, mucho mayores que yo. Me sorprendió recientemente escuchar a la que fue maestra en el Preventorio, en su intervención telefónica en Antena-3, afirmar que ella era responsable de formar a las cuidadoras para la delicada tarea de tutelar a los niños, jamás supe que esa formación se llevase a cabo con nadie.
Sí recuerdo perfectamente que las compañeras que accedieron al puesto de cuidadoras después de mí lo hicieron por el mismo procedimiento. Durante todo el tiempo que fui guardadora, ni una sola vez nos reunieron para hablar sobre los niños, sus problemas o necesidades. La jornada en el Preventorio empezaba a las 8:00 y terminaba a las 21:00. Una vez que los niños desayunaban y hacían las camas- aunque no era su obligación- salían a "pasear" al bosque o a la playa- sí,  sí, tal como lo contáis- hasta la hora de comer. Finalizada la comida, hacían la siesta. Tras la siesta, siempre formados, iban a la despensa para recoger la merienda. Luego el paseo de la tarde, y poco más hasta la hora de la cena. No recuerdo que fueran todos los días a rezar el rosario como algunos dicen recordar. Rara vez ibais a la escuela, no había biblioteca, o yo no supe nunca dónde estaba si la había. Leíais vuestros tebeos, jugabais con cromos o con las tabas. En invierno hacíais  pulseras de conchas para vuestras madres, bien en el pabellón o en el solárium, sólo salíais del recinto poco antes de regresar a vuestras casas para comprar regalos a vuestros familiares, o  si estabais enfermos y no se os podía tratar en la enfermería.
En el tiempo que yo estuve, como acto lúdico, se hizo una representación teatral sobre zarzuela, también os acompañé a un partido de fútbol al campo del Nastic y a una corrida de toros. Como veis cosas poco atractivas para niños, tampoco visitasteis la hermosa Imperial Tarraco, que seguro os habría encantado en versión infantil. Los padres casi nunca os visitaban, no eran tiempos para gastos en viajes, tampoco recibíamos visitas de los tarraconenses, creo que para ellos era un lugar incómodo por la historia que arrastraba el Centro. A los trabajadores, cuando contábamos donde estábamos, no se nos miraba con agrado, al menos así lo percibía yo.   
 Si os parece, en una próxima intervención, os hablaré de lo que más os interesa: de mi visión del maltrato, la sed, las deposiciones, los vómitos, los baños en la playa, el aseo en los pabellones, de los viajes de ida y vuelta, de las retenciones de vuestras cosas personales...
Un abrazo sabinosos.
L.      25/09/2015

17/9/15

Sobre los cerezos



Hola Scila. En primer lugar, felicitarte por tu aportación sobre los cerezos en flor del valle del Jerte, es un sitio maravilloso, donde he estado durante la floración y lo que no es menos importante, (eso si más prosaico y menos poético) cuando ya las cerezas estaban para poder comerlas, ¡y no veas como están! . Sin lugar a dudas, una zona muy recomendable de visitar en cualquier época del año, pero mucho más con los cerezos en flor. Un abrazo amigo.


C. de Luís.

De C de Luis para la seño.

Apreciada “seño” L:
Permíteme que te hable de tú, pues es de la manera que me suelo dirigir a las personas que aprecio y respeto, (a banqueros, políticos y curas los trato de usted) también por la edad, pues seguramente en el año que estuve allí, tu aún no habías empezado a trabajar en la institución. Quería agradecerte tus buenos deseos hacía los sabinosos, de que tuviéramos unas felices vacaciones, aunque en mi caso, hace ya unos cuantos años que las tengo permanentes, (es lo que tiene la jubilación) espero que también las tuyas hayan sido de lo mejor.
En tus comentarios nos dices del maravilloso cielo estival cuajado de estrellas que entonces se veían desde la Sabinosa, ¡ojala! yo pudiera recordar algo así, pero aparte de que estuve en invierno, no creo haber mirado al cielo, más bien nos hacían mirar al suelo en más de una ocasión, eso sí con la cabeza entre las piernas. Te digo lo anterior, porque soy aficionado a la astronomía y miro mucho al cielo, pero no recuerdo haberlo hecho en mi estancia por aquel lugar.
Espero nos cuentes tu experiencia de tu paso por allí, y conocer tu punto de vista como cuidadora, aunque ya te he dicho que llevo más de seis años jubilado, hasta entonces he trabajado como educador social, también he llevado a niños y niñas a campamentos de verano y para mí ha sido una gran experiencia, pues se les consideraba niñas y niños marginados, aunque en realidad eran familias con escasos recursos tanto económicos como educativos.
En espera de tus recuerdos de entonces, recibe un 
afectuoso saludo.
C. de Luis.

11/8/15

Los cerezos en flor

¿Quien no recuerda el aspecto del Valle del Jerte- en la provincia de Cáceres- lindando con la de Ávila- durante la floración?

La explosión floral de los cerezos suele producirse- en función de la climatología- a finales de Marzo o primeros de Abril. 
El blanco impoluto, níveo, de millones de flores ofrece una visión polar de las laderas, cubiertas de cerezos, que semeja un manto de nieve. Tan sólo aquí y allá asoma apenas la azulada piel de los brazos de los árboles. 
Sin embargo, hay zonas en las que el fondo, la tierra que sustenta al cerezal es roja, roja como sangre. Entonces el contraste cromático es increíble: sangre terrosa sobre falsa nieve. 
La Floración: un mito, un akelarre vegetal, una explosión de vida  y color producido en las feraces laderas del Valle del Jerte: no te lo pierdas, todos los años la naturaleza acude a la cita para embelesarnos de nuevo.
Scila/

9/8/15

De la seño para Alfonso



 
 
 
 
"Hola amigos. Con relación a la petición de Alfonso solicitando información sobre las guardadoras y el funcionamiento general del Preventorio durante mi estancia en el mismo, no tengo ningún inconveniente en complacer su curiosidad, en la medida que mis recuerdos puedan ser útiles. No obstante prefiero dejarlo para septiembre, cuando ya estemos la mayoría de vuelta de las vacaciones. Hasta entonces un afectuoso saludo para todos.
L.

29/7/15

Anónimo para L. (la seño).


 
 
 
Anónimo: 
 
Aunque nunca estuve en La Sabinosa, me ha gustado el post de L. Seguro que ella tiene una visión diferente de lo que era el sitio... Tal vez podría explicar su experiencia, como recaló ahí, qué vida hacían las "seños", cómo es que estuvo dos años, cómo era la dirección de aquel lugar...

28/7/15

¡Buenas vacaciones Savinosos!

 




Ojalá este verano, en vuestras merecidas vacaciones, encontréis algo parecido a las calitas paradisiácas que rodean nuestro Preventorio, y en las noches estivales un cielo que se muestre cuajado de estrellas- como las de entonces- y, por qué no, que podáis contemplar una magnífica tormenta desde algún lugar tan alto como era, y aún es, la torreta del pabellón central. 


 



Todo un espectáculo de la Naturaleza que nunca se os permitió disfrutar, como de tantas otras cosas.  Un saludo muy afectuoso a todos. 

L. (la seño).