Permíteme que te hable de tú,
pues es de la manera que me suelo dirigir a las personas que aprecio y
respeto, (a banqueros, políticos y curas los trato de usted) también por
la edad, pues seguramente en el año que estuve allí, tu aún no habías
empezado a trabajar en la institución. Quería agradecerte tus buenos
deseos hacía los sabinosos, de que tuviéramos unas felices vacaciones,
aunque en mi caso, hace ya unos cuantos años que las tengo permanentes,
(es lo que tiene la jubilación) espero que también las tuyas hayan sido
de lo mejor.
En tus comentarios
nos dices del maravilloso cielo estival cuajado de estrellas que
entonces se veían desde la Sabinosa, ¡ojala! yo pudiera recordar algo
así, pero aparte de que estuve en invierno, no creo haber mirado al
cielo, más bien nos hacían mirar al suelo en más de una ocasión, eso sí
con la cabeza entre las piernas. Te digo lo anterior, porque soy
aficionado a la astronomía y miro mucho al cielo, pero no recuerdo
haberlo hecho en mi estancia por aquel lugar.
Espero
nos cuentes tu experiencia de tu paso por allí, y conocer tu punto de
vista como cuidadora, aunque ya te he dicho que llevo más de seis años
jubilado, hasta entonces he trabajado como educador social, también he
llevado a niños y niñas a campamentos de verano y para mí ha sido una
gran experiencia, pues se les consideraba niñas y niños marginados,
aunque en realidad eran familias con escasos recursos tanto económicos
como educativos.
En espera de tus recuerdos de entonces, recibe un
afectuoso saludo.
C. de Luis.