Hola. acabo de incorporarme al grupo. Estuvimos mi hermano y yo en La Sabionosa, creo que en año 56 o el 57, durante el verano. Si mal no recuerdo dormíamos en el pabellón más cercano a la vía del tren, recuerdo que en la planta baja, en la segunda cama según se entraba a la derecha, pues siempre avisábamos durante las siestas si venía la señorita. De ella tengo una vaga imagen pero no de su nombre, a mi me cogió algo de manía y siempre me contestaba de mala manera. Para nosotros era la primera vez que veíamos el mar y es una imagen que me quedó grabada para siempre la llegada a Tarragona al amanecer y el resplandor de las primeras luces en las aguas. Sólo tengo algunos buenos recuerdos, de los malos- como las comidas- prácticamente tengo una recuerdo borroso, disfruté mucho en la playa y me gustaba ponerme en el marcador durante los partidos de fútbol, lo que lamento es no tener ninguna fotografía. Espero reconocerme en alguna de las vuestras. Un saludo a todos.
Archivo del blog
-
►
2018
(1)
- ► septiembre (1)
-
►
2015
(36)
- ► septiembre (3)
-
►
2013
(42)
- ► septiembre (9)
-
►
2011
(75)
- ► septiembre (6)
-
►
2009
(120)
- ► septiembre (12)
-
►
2008
(120)
- ► septiembre (3)
31/7/14
P. Santoyo
Hola. acabo de incorporarme al grupo. Estuvimos mi hermano y yo en La Sabionosa, creo que en año 56 o el 57, durante el verano. Si mal no recuerdo dormíamos en el pabellón más cercano a la vía del tren, recuerdo que en la planta baja, en la segunda cama según se entraba a la derecha, pues siempre avisábamos durante las siestas si venía la señorita. De ella tengo una vaga imagen pero no de su nombre, a mi me cogió algo de manía y siempre me contestaba de mala manera. Para nosotros era la primera vez que veíamos el mar y es una imagen que me quedó grabada para siempre la llegada a Tarragona al amanecer y el resplandor de las primeras luces en las aguas. Sólo tengo algunos buenos recuerdos, de los malos- como las comidas- prácticamente tengo una recuerdo borroso, disfruté mucho en la playa y me gustaba ponerme en el marcador durante los partidos de fútbol, lo que lamento es no tener ninguna fotografía. Espero reconocerme en alguna de las vuestras. Un saludo a todos.
P. Santoyo
Hola. acabo de incorporarme al grupo. Estuvimos mi hermano y yo en La
Sabionosa, creo que en año 56 o el 57, durante el verano. Si mal no
recuerdo dormíamos en el pabellón más cercano a la vía del tren,
recuerdo que en la planta baja, en la segunda cama según se entraba a la
derecha, pues siempre avisábamos durante las siestas si venía la
señorita. De ella tengo una vaga imagen pero no de su nombre, a mi me
cogió algo de manía y siempre me contestaba de mala manera.
Para nosotros era la primera vez que veíamos el mar y es una imagen que
me quedó grabada para siempre la llegada a Tarragona al amanecer y el
resplandor de las primeras luces en las aguas. Sólo tengo algunos buenos
recuerdos, de los malos- como las comidas- prácticamente tengo una recuerdo
borroso, disfruté mucho en la playa y me gustaba ponerme en el marcador
durante los partidos de fútbol, lo que lamento es no tener ninguna
fotografía. Espero reconocerme en alguna de las vuestras.
Un saludo a todos.
28/1/14
Un recuerdo de Ramón.
Amigo Scila, lo primero desearte a tí y a todos los "sabinosos" - seguramente la mayoría jubilados -, un saludable y feliz 2014.
Precisamente, y recordando las Fiestas de Navidad, me han venido a la memoria los recuerdos de aquella Navidad de 1.959 que tuve el infortunio de pasar en "nuestro" Preventorio.
Mis padres, en el Pirineo de Lleida, no tenían la posibilidad de venir a verme. Pero en Roquetas (localidad próxima a Tortosa, cerca del Delta del Ebro), vivían y viven todavía, familiares míos. La distancia es de unos 80 km. Mi tío recibió una carta de mis padres autorizándole a poder ir a buscarme y pasar el día de Navidad con ellos. La semana antes, se presentó en la Sabinosa y el Director le concedió permiso para ello.
Día de Navidad: mi tío con su Peugeot 250- una moto de los años 50 -, después del viaje por la N-340 de la época- podéis imaginar la aventura que esto representaba- llega al Preventorio.
Yo le veo por una de las ventanas y corro hacia él. Una cuidadora me cierra el paso, me coge de la mano y me dice que me espere. Mi tío habla con otra de las cuidadoras; yo no sé de que hablan, pero veo como mi tío sube a su moto y se marcha. No recibí ninguna explicación por parte de las cuidadoras.
Años después, cuando con mis padres se trasladaron a vivir a Roquetas, supe el por qué: el día que mi tío vino a entregar la carta de mis padres, me trajo de regalo un cochecito de fricción (os acordáis de cómo eran, ¿no?). Pues bien, le dijeron que con el cochecito había hecho mucho ruído. ¡Qué falacia! Aquel coche, para mí una auténtica maravilla, duró en mis manos, como mucho diez minutos. Luego desapareció y nunca más se supo.
En fin, otra triste situación de una larga colección que nos tocó vivir en aquel antro. Por suerte vinieron otras muchas Navidades y más felices.
Un abrazo a todos.
Ramón G. S.
Precisamente, y recordando las Fiestas de Navidad, me han venido a la memoria los recuerdos de aquella Navidad de 1.959 que tuve el infortunio de pasar en "nuestro" Preventorio.
Mis padres, en el Pirineo de Lleida, no tenían la posibilidad de venir a verme. Pero en Roquetas (localidad próxima a Tortosa, cerca del Delta del Ebro), vivían y viven todavía, familiares míos. La distancia es de unos 80 km. Mi tío recibió una carta de mis padres autorizándole a poder ir a buscarme y pasar el día de Navidad con ellos. La semana antes, se presentó en la Sabinosa y el Director le concedió permiso para ello.
Día de Navidad: mi tío con su Peugeot 250- una moto de los años 50 -, después del viaje por la N-340 de la época- podéis imaginar la aventura que esto representaba- llega al Preventorio.
Yo le veo por una de las ventanas y corro hacia él. Una cuidadora me cierra el paso, me coge de la mano y me dice que me espere. Mi tío habla con otra de las cuidadoras; yo no sé de que hablan, pero veo como mi tío sube a su moto y se marcha. No recibí ninguna explicación por parte de las cuidadoras.
Años después, cuando con mis padres se trasladaron a vivir a Roquetas, supe el por qué: el día que mi tío vino a entregar la carta de mis padres, me trajo de regalo un cochecito de fricción (os acordáis de cómo eran, ¿no?). Pues bien, le dijeron que con el cochecito había hecho mucho ruído. ¡Qué falacia! Aquel coche, para mí una auténtica maravilla, duró en mis manos, como mucho diez minutos. Luego desapareció y nunca más se supo.
En fin, otra triste situación de una larga colección que nos tocó vivir en aquel antro. Por suerte vinieron otras muchas Navidades y más felices.
Un abrazo a todos.
Ramón G. S.
Un recuerdo de Ramón.
Amigo Scila, lo primero desearte a tí y a todos los "sabinosos" - seguramente la mayoría jubilados -, un saludable y feliz 2014.
Precisamente, y recordando las Fiestas de Navidad, me han venido a la memoria los recuerdos de aquella Navidad de 1.959 que tuve el infortunio de pasar en "nuestro" Preventorio.
Mis padres, en el Pirineo de Lleida, no tenían la posibilidad de venir a verme. Pero en Roquetas (localidad próxima a Tortosa, cerca del Delta del Ebro), vivían y viven todavía, familiares míos. La distancia es de unos 80 km. Mi tío recibió una carta de mis padres autorizándole a poder ir a buscarme y pasar el día de Navidad con ellos. La semana antes, se presentó en la Sabinosa y el Director le concedió permiso para ello.
Día de Navidad: mi tío con su Peugeot 250- una moto de los años 50 -, después del viaje por la N-340 de la época- podéis imaginar la aventura que esto representaba- llega al Preventorio.
Yo le veo por una de las ventanas y corro hacia él. Una cuidadora me cierra el paso, me coge de la mano y me dice que me espere. Mi tío habla con otra de las cuidadoras; yo no sé de que hablan, pero veo como mi tío sube a su moto y se marcha. No recibí ninguna explicación por parte de las cuidadoras.
Años después, cuando con mis padres se trasladaron a vivir a Roquetas, supe el por qué: el día que mi tío vino a entregar la carta de mis padres, me trajo de regalo un cochecito de fricción (os acordáis de cómo eran, ¿no?). Pues bien, le dijeron que con el cochecito había hecho mucho ruído. ¡Qué falacia! Aquel coche, para mí una auténtica maravilla, duró en mis manos, como mucho diez minutos. Luego desapareció y nunca más se supo.
En fin, otra triste situación de una larga colección que nos tocó vivir en aquel antro. Por suerte vinieron otras muchas Navidades y más felices.
Un abrazo a todos.
Ramón G. S.
Precisamente, y recordando las Fiestas de Navidad, me han venido a la memoria los recuerdos de aquella Navidad de 1.959 que tuve el infortunio de pasar en "nuestro" Preventorio.
Mis padres, en el Pirineo de Lleida, no tenían la posibilidad de venir a verme. Pero en Roquetas (localidad próxima a Tortosa, cerca del Delta del Ebro), vivían y viven todavía, familiares míos. La distancia es de unos 80 km. Mi tío recibió una carta de mis padres autorizándole a poder ir a buscarme y pasar el día de Navidad con ellos. La semana antes, se presentó en la Sabinosa y el Director le concedió permiso para ello.
Día de Navidad: mi tío con su Peugeot 250- una moto de los años 50 -, después del viaje por la N-340 de la época- podéis imaginar la aventura que esto representaba- llega al Preventorio.
Yo le veo por una de las ventanas y corro hacia él. Una cuidadora me cierra el paso, me coge de la mano y me dice que me espere. Mi tío habla con otra de las cuidadoras; yo no sé de que hablan, pero veo como mi tío sube a su moto y se marcha. No recibí ninguna explicación por parte de las cuidadoras.
Años después, cuando con mis padres se trasladaron a vivir a Roquetas, supe el por qué: el día que mi tío vino a entregar la carta de mis padres, me trajo de regalo un cochecito de fricción (os acordáis de cómo eran, ¿no?). Pues bien, le dijeron que con el cochecito había hecho mucho ruído. ¡Qué falacia! Aquel coche, para mí una auténtica maravilla, duró en mis manos, como mucho diez minutos. Luego desapareció y nunca más se supo.
En fin, otra triste situación de una larga colección que nos tocó vivir en aquel antro. Por suerte vinieron otras muchas Navidades y más felices.
Un abrazo a todos.
Ramón G. S.
Un recuerdo de Ramón.
Amigo Scila, lo primero desearte a tí y a todos los "sabinosos" - seguramente la mayoría jubilados -, un saludable y feliz 2014.
Precisamente, y recordando las Fiestas de Navidad, me han venido a la memoria los recuerdos de aquella Navidad de 1.959 que tuve el infortunio de pasar en "nuestro" Preventorio.
Mis padres, en el Pirineo de Lleida, no tenían la posibilidad de venir a verme. Pero en Roquetas (localidad próxima a Tortosa, cerca del Delta del Ebro), vivían y viven todavía, familiares míos. La distancia es de unos 80 km. Mi tío recibió una carta de mis padres autorizándole a poder ir a buscarme y pasar el día de Navidad con ellos. La semana antes, se presentó en la Sabinosa y el Director le concedió permiso para ello.
Día de Navidad: mi tío con su Peugeot 250- una moto de los años 50 -, después del viaje por la N-340 de la época- podéis imaginar la aventura que esto representaba- llega al Preventorio.
Yo le veo por una de las ventanas y corro hacia él. Una cuidadora me cierra el paso, me coge de la mano y me dice que me espere. Mi tío habla con otra de las cuidadoras; yo no sé de que hablan, pero veo como mi tío sube a su moto y se marcha. No recibí ninguna explicación por parte de las cuidadoras.
Años después, cuando con mis padres se trasladaron a vivir a Roquetas, supe el por qué: el día que mi tío vino a entregar la carta de mis padres, me trajo de regalo un cochecito de fricción (os acordáis de cómo eran, ¿no?). Pues bien, le dijeron que con el cochecito había hecho mucho ruído. ¡Qué falacia! Aquel coche, para mí una auténtica maravilla, duró en mis manos, como mucho diez minutos. Luego desapareció y nunca más se supo.
En fin, otra triste situación de una larga colección que nos tocó vivir en aquel antro. Por suerte vinieron otras muchas Navidades y más felices.
Un abrazo a todos.
Ramón G. S.
Precisamente, y recordando las Fiestas de Navidad, me han venido a la memoria los recuerdos de aquella Navidad de 1.959 que tuve el infortunio de pasar en "nuestro" Preventorio.
Mis padres, en el Pirineo de Lleida, no tenían la posibilidad de venir a verme. Pero en Roquetas (localidad próxima a Tortosa, cerca del Delta del Ebro), vivían y viven todavía, familiares míos. La distancia es de unos 80 km. Mi tío recibió una carta de mis padres autorizándole a poder ir a buscarme y pasar el día de Navidad con ellos. La semana antes, se presentó en la Sabinosa y el Director le concedió permiso para ello.
Día de Navidad: mi tío con su Peugeot 250- una moto de los años 50 -, después del viaje por la N-340 de la época- podéis imaginar la aventura que esto representaba- llega al Preventorio.
Yo le veo por una de las ventanas y corro hacia él. Una cuidadora me cierra el paso, me coge de la mano y me dice que me espere. Mi tío habla con otra de las cuidadoras; yo no sé de que hablan, pero veo como mi tío sube a su moto y se marcha. No recibí ninguna explicación por parte de las cuidadoras.
Años después, cuando con mis padres se trasladaron a vivir a Roquetas, supe el por qué: el día que mi tío vino a entregar la carta de mis padres, me trajo de regalo un cochecito de fricción (os acordáis de cómo eran, ¿no?). Pues bien, le dijeron que con el cochecito había hecho mucho ruído. ¡Qué falacia! Aquel coche, para mí una auténtica maravilla, duró en mis manos, como mucho diez minutos. Luego desapareció y nunca más se supo.
En fin, otra triste situación de una larga colección que nos tocó vivir en aquel antro. Por suerte vinieron otras muchas Navidades y más felices.
Un abrazo a todos.
Ramón G. S.
26/12/13
Feliz Navidad
Con mis mejores deseos a todos los sabinosos y allegados para estas fiestas. Seamos o no creyentes en mayor o menor medida todos nos sentimos imbuidos del ambiente festero y culinario de la cristiandad, lo que no quiere decir que aplaudamos las ocurrencias del preconciliar Rouco y sus acólitos.
Os deseo una feliz salida y entrada de Año y- por supuesto- que el próximo 2.014 sea infinitamente mejor que el que se va, aunque suban el recibo de la luz, y el del gas y el del agua, y el de... aunque nos suban todos los recibos no nos matarán la ilusión. Con suerte hasta los sueldos subirán un 0,005%, o no, dependerá de los recortes que vienen.
Confío en que nos seguiremos viendo por este lugar compartido por los sabinosos que poco a poco nos vamos reencontrando y si alguno se van que avise, queremos despedirnos.
Un abrazo compañeros.
Scila/
Feliz Navidad
Con mis mejores deseos a todos los sabinosos y allegados para estas fiestas. Seamos o no creyentes en mayor o menor medida todos nos sentimos imbuidos del ambiente festero y culinario de la cristiandad, lo que no quiere decir que aplaudamos las ocurrencias del preconciliar Rouco y sus acólitos.
Os deseo una feliz salida y entrada de Año y- por supuesto- que el próximo 2.014 sea infinitamente mejor que el que se va, aunque suban el recibo de la luz, y el del gas y el del agua, y el de... aunque nos suban todos los recibos no nos matarán la ilusión. Con suerte hasta los sueldos subirán un 0,005%, o no, dependerá de los recortes que vienen.
Confío en que nos seguiremos viendo por este lugar compartido por los sabinosos que poco a poco nos vamos reencontrando y si alguno se van que avise, queremos despedirnos.
Un abrazo compañeros.
Scila/
Feliz Navidad
Con mis mejores deseos a todos los sabinosos y allegados para estas fiestas. Seamos o no creyentes en mayor o menor medida todos nos sentimos imbuidos del ambiente festero y culinario de la cristiandad, lo que no quiere decir que aplaudamos las ocurrencias del preconciliar Rouco y sus acólitos.
Os deseo una feliz salida y entrada de Año y- por supuesto- que el próximo 2.014 sea infinitamente mejor que el que se va, aunque suban el recibo de la luz, y el del gas y el del agua, y el de... aunque nos suban todos los recibos no nos matarán la ilusión. Con suerte hasta los sueldos subirán un 0,005%, o no, dependerá de los recortes que vienen.
Confío en que nos seguiremos viendo por este lugar compartido por los sabinosos que poco a poco nos vamos reencontrando y si alguno se van que avise, queremos despedirnos.
Un abrazo compañeros.
Scila/
12/12/13
Arturo, uno más

Aunque he podido comprobar que fué a partir del año 1.960 en adelante cuando peor lo pasaron. Estoy de acuerdo con las comidas, que eran bazofia y nada más, que nos daban un sólo vaso de agua en la comida, y eso que era verano, pero a pesar de todo ésto yo no lo pasé tan mal como otros "sabinosos".
Recuerdo que me castigaron a copiar mil veces la frase: "Prometo ser bueno y no mentir nunca", que me impuso el instructor (Juan Antonio o José Antonio creo que se llamaba) a instancias de la señorita de guardia de por la noche (no recuerdo su nombre), sólo por bajarme de la cama y estar en el suelo debido al calor que pasábamos.
La señorita que estaba al cuidado nuestro se llamaba Mª Teresa y se portó con todos nosotros de maravilla (al menos yo no ví ningun mal trato con ninguno de los chicos). También recuerdo que un día nos llevaron a ver un partido de fútbol al campo de la Gimnástica en Tarragona capital. En el Preventorio había un pequeño campo de fútbol con hierba y, para aquella época, estaba muy chulo. Allí jugabamos los "sabinosos" una expedición contra otra expedición.
Recuerdo a dos compañeros que son con los que más amistad hice, se llaman Enrique y Juan Antonio, el primero vivía por Legazpi y el otro en Vallecas.
Mando tres fotos de mi estancia, yo soy el que está sentado al lado de la señorita Teresa y en la otra soy el del centro. Espero que si alguno me reconoce se ponga en contacto conmigo mediante este blog.
SALUDOS
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
-
La Sabinosa. 1959 . Foto remitida por Ricardo. He estado en dos ocasiones en las 'colonias' La sabinosa de Tarragona. La prime...
-
La famosa señorita Clara, de la que todos los críos del Preventorio estábamos enamorados. (Foto cedida por Jesús al museo virtual de 20m...
-
Hola, yo también estuve allí, estuve durante 2 veranos, en los años 1.965 y 1.966 (creo que cerraron el preventorio en abril del a...
-
Hola Scila, he dado con tu blog y han acudido a mi mente retazos de recuerdos escondidos en lo mas profundo de mi cerebro. Antes que n...
-
En aquellos años, finales de los cincuenta, aparecieron unos juguetes novedosos. Eran fidedignas reproducciones en goma, o plástico, de va...