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18/10/11

Un nuevo sabinoso


Hola, soy José H. y estuve en la Sabinosa, en 1963, creo recordar tenía siete u ocho años, mis recuerdos no son tan malos, o por lo menos es lo que todavía tengo en mi mente, no recuerdo malos tratos ni nada parecido, recuerdo a las señoritas que nos acompañaban, lo que si destaco como no muy bueno son las comidas y el agua, horribles, o por lo menos es lo que recuerdo, también los rosarios, que se hacían interminables, la escuela que lo que hacía era más bien pintar dibujos que otra cosa, lo que si recuerdo era lo baños en la playa y los paseos por los pinares, y algún recuerdo de los paseos por la montaña que había unas ruinas antiguas. Una de las cosas que más reuerdo con claridad, fue la llegada desde Madrid que venía con una sed espantosa y al bajarme del autocar lo primero que se me ocurrió es beber agua de las fuentes que había, estaba el agua horrorosa y empezaron a darme nauseas. 
Os mando la única foto que dispongo, que ha aparecido por casa. Yo soy el que está sentado en la primera fila, 2º por la izquierda, sentado con los ojos cerrados  y mi hermano (Ramón) en la 3ª fila, 5º por la izquierda que está de pie (Justo arriba de mí).

Un nuevo sabinoso


Hola, soy José H. y estuve en la Sabinosa, en 1963, creo recordar tenía siete u ocho años, mis recuerdos no son tan malos, o por lo menos es lo que todavía tengo en mi mente, no recuerdo malos tratos ni nada parecido, recuerdo a las señoritas que nos acompañaban, lo que si destaco como no muy bueno son las comidas y el agua, horribles, o por lo menos es lo que recuerdo, también los rosarios, que se hacían interminables, la escuela que lo que hacía era más bien pintar dibujos que otra cosa, lo que si recuerdo era lo baños en la playa y los paseos por los pinares, y algún recuerdo de los paseos por la montaña que había unas ruinas antiguas. Una de las cosas que más reuerdo con claridad, fue la llegada desde Madrid que venía con una sed espantosa y al bajarme del autocar lo primero que se me ocurrió es beber agua de las fuentes que había, estaba el agua horrorosa y empezaron a darme nauseas. 
Os mando la única foto que dispongo, que ha aparecido por casa. Yo soy el que está sentado en la primera fila, 2º por la izquierda, sentado con los ojos cerrados  y mi hermano (Ramón) en la 3ª fila, 5º por la izquierda que está de pie (Justo arriba de mí).

Un nuevo sabinoso


Hola, soy José H. y estuve en la Sabinosa, en 1963, creo recordar tenía siete u ocho años, mis recuerdos no son tan malos, o por lo menos es lo que todavía tengo en mi mente, no recuerdo malos tratos ni nada parecido, recuerdo a las señoritas que nos acompañaban, lo que si destaco como no muy bueno son las comidas y el agua, horribles, o por lo menos es lo que recuerdo, también los rosarios, que se hacían interminables, la escuela que lo que hacía era más bien pintar dibujos que otra cosa, lo que si recuerdo era lo baños en la playa y los paseos por los pinares, y algún recuerdo de los paseos por la montaña que había unas ruinas antiguas. Una de las cosas que más reuerdo con claridad, fue la llegada desde Madrid que venía con una sed espantosa y al bajarme del autocar lo primero que se me ocurrió es beber agua de las fuentes que había, estaba el agua horrorosa y empezaron a darme nauseas. 
Os mando la única foto que dispongo, que ha aparecido por casa. Yo soy el que está sentado en la primera fila, 2º por la izquierda, sentado con los ojos cerrados  y mi hermano (Ramón) en la 3ª fila, 5º por la izquierda que está de pie (Justo arriba de mí).

18/9/11

Bienvenido, Roger

De  nuevo nos sorprende gratamente la aparición de un nuevo sabinoso, un compañero más que, gota a gota, van llenando este espacio con sus comentarios, su fotografía en el Preventorio y sus recuerdos- a veces contradictorios- pero en general vienen a redundar en lugares comunes, en la constatación de que las pedillas de muchos no son un mal sueño, son la realidad de unas vivencias magnificadas seguramente por la edad tan temprana en la que nos tocó vivirlas. No todo fue malo, cierto, pero lo malo debió serlo mucho cuando predomina en el recuerdo de todos, y sabemos que el ser humano tiende a recordar más bien lo bueno y a olvidarse de lo malo.
Repito, bienvenido a esta tu casa Roger, visitanos siempre que quieras, ya eres de la familia, la familia de los sabinosos.
Un fuerte abrazo, amigo.
Scila

Bienvenido, Roger

De  nuevo nos sorprende gratamente la aparición de un nuevo sabinoso, un compañero más que, gota a gota, van llenando este espacio con sus comentarios, su fotografía en el Preventorio y sus recuerdos- a veces contradictorios- pero en general vienen a redundar en lugares comunes, en la constatación de que las pedillas de muchos no son un mal sueño, son la realidad de unas vivencias magnificadas seguramente por la edad tan temprana en la que nos tocó vivirlas. No todo fue malo, cierto, pero lo malo debió serlo mucho cuando predomina en el recuerdo de todos, y sabemos que el ser humano tiende a recordar más bien lo bueno y a olvidarse de lo malo.
Repito, bienvenido a esta tu casa Roger, visitanos siempre que quieras, ya eres de la familia, la familia de los sabinosos.
Un fuerte abrazo, amigo.
Scila

Bienvenido, Roger

De  nuevo nos sorprende gratamente la aparición de un nuevo sabinoso, un compañero más que, gota a gota, van llenando este espacio con sus comentarios, su fotografía en el Preventorio y sus recuerdos- a veces contradictorios- pero en general vienen a redundar en lugares comunes, en la constatación de que las pedillas de muchos no son un mal sueño, son la realidad de unas vivencias magnificadas seguramente por la edad tan temprana en la que nos tocó vivirlas. No todo fue malo, cierto, pero lo malo debió serlo mucho cuando predomina en el recuerdo de todos, y sabemos que el ser humano tiende a recordar más bien lo bueno y a olvidarse de lo malo.
Repito, bienvenido a esta tu casa Roger, visitanos siempre que quieras, ya eres de la familia, la familia de los sabinosos.
Un fuerte abrazo, amigo.
Scila

16/9/11

Los recuerdos de Tarragona en La Sabinosa (Roger)



Por el año 1960/61, no recuerdo bien la fecha, me fui a unas colonias en Tarragona, fui para tres meses y me quedé seis, cuando volví empezaban las Navidades en La Plaza de Olavide, con sus villancicos, y recogida de alimentos para los pobres de África. Tarragona la verdad es que fue un suplicio, de allí tengo vagos recuerdos buenos y malos, empiezo por 
“MALOS RECUERDOS“:


La comida era mala y nos obligaban a comer todo, yo recuerdo que al comer ensalada con tomate y cebolla no me gustaba y la escondía debajo de la mesa en huecos que había, me descubrieron y me hicieron comer lo que escondí, ahora sé que si devolvíamos la comida nos obligaban a comérnosla en el plato, desde entonces no he podido ni siquiera verla en el mismo plato para comer otros alimentos, del asco que me da las ensaladas. Por las noches había un guarda que en ocasiones, para que nadie se escapase del centro, nos metían miedo, recuerdo de varios casos que amanecieron con arañazos en los brazos, y era que se disfrazaba de brujo y nos metían miedo. Yo también era de los meones, pero no recuerdo los malos tratos, los chicos más mayores, algunos, intentaban escapar por la vía del tren dirección a Madrid pero al cabo de un día los cogía la guardia civil y los regresaban al centro, la disciplina era muy dura.
La familia enviaba en ocasiones paquetes que los fines de semana nos los dejaban para coger algún caramelo y, con las mismas, nos los quitaban para guardarlos en una taquilla. Fabricábamos una pipa con trozos de caña y metíamos dentro la pasta de dientes no sé si para fingir que fumábamos o para matar el hambre con la pasta dental. Los malos recuerdos,  yo no sé, si se me borraron de la mente, pues he leído en un blog de Intenert muchos de los casos que hubo allí y es vergonzoso lo que nos hacían. 


“BUENOS RECUERDOS”:
 Soñaba que debajo de la cama tenia una baldosa, la levantaba y por unas escaleras bajaba a mi barrio, en Madrid con mis amigos. En algunas ocasiones fuimos de excursión, el circo Romano y al Castillo que hay en Tarragona, al campo de fútbol, jugaban el Tarragona y el Español. En la playa no estuvimos muchas veces, pero es cierto que nos enseñaron a hacer, con conchas y caracolas, regalos para nuestra familia. La canción que cantábamos era a los novatos del PREN moviendo las manos en paralelo pegadas las palmas y boca abajo y de arriba a bajo, también recuerdo, lo que hacíamos cuando salíamos del Centro era coger algarrobas y nos las comíamos pues estaban muy ricas y dulces, había mucho de estos árboles por la zona. Algunos chicos cogían del suelo enterrado plantas que parecían cebolletas pequeñas y se las comían. También recuerdo coger luciérnagas que por la noche iluminaban en la mano. Un día se fue la luz por la tarde y no pudieron preparar la cena, nos dieron pan con queso de bola eso, fue algo extraordinario. 
El último día de estancia, antes de partir para Madrid, nos dieron de cena coliflor cocida, la peste era inaguantable, hicieron una excepción: el que no quisiera cenar que no lo hiciera, “nadie cenó”. Desde entonces no puedo soportar el olor a coliflor. También tengo un vago recuerdo de que yo estaba en el pabellón principal, había que subir escaleras, donde estaba la Iglesia. Creoro recordar a dos guardias civiles de tricornio que se apostaban con sacos de arena y una ametralladora, que instalaban todas las noches. Debía ser para tener la zona vigilada, la verdad nunca he entendido tal motivo. De las señoritas que cuidaban de nosotros no recuerdo ningún nombre, sólo recuerdo a una que era rubia, y muy guapa, pero no sé si es la que hay en una foto puesta en Internet. Quiero recordar a otra morena de pelo rizado, fea y con gafas que era bastante seca y mala.
La única foto que tengo la envio para ver si hay alguien que se reconozca, yo soy el segundo de la derecha. En el año 1995 estuve en Semana Santa en Salou y busqué el Centro que ya estaba totalmente destruido, como se ve en las fotos, nos dijeron que pertenecía a la Diputación, la verdad es que he estado intentado buscar algo o algún escrito de todo esto y nunca había encontrado nada, hasta que el otro día entré en Internet me dió por poner el nombre de “ Pueblo o Playa de Sabinosa y, apareció lo que tantos años estuve buscando”.
Es increíble que cuando alguna circunstancia importante te marca en la mente, como puedes llegar a recordar ciertos sitios, pues yo cogí la carretera paralela a la vía del tren y di sin ningún problema con el centro ahora tengo 59/60 años.
Espero que algún compañero podamos contactar, también es cierto que conozco de un caso y me comentó que a él le dejó una huella muy mala, pues parece ser que era demasiado pequeño y  hoy todavía le cuesta trabajo hablar de aquello, no es de extrañar.


Roger

Los recuerdos de Tarragona en La Sabinosa (Roger)



Por el año 1960/61, no recuerdo bien la fecha, me fui a unas colonias en Tarragona, fui para tres meses y me quedé seis, cuando volví empezaban las Navidades en La Plaza de Olavide, con sus villancicos, y recogida de alimentos para los pobres de África. Tarragona la verdad es que fue un suplicio, de allí tengo vagos recuerdos buenos y malos, empiezo por 
“MALOS RECUERDOS“:


La comida era mala y nos obligaban a comer todo, yo recuerdo que al comer ensalada con tomate y cebolla no me gustaba y la escondía debajo de la mesa en huecos que había, me descubrieron y me hicieron comer lo que escondí, ahora sé que si devolvíamos la comida nos obligaban a comérnosla en el plato, desde entonces no he podido ni siquiera verla en el mismo plato para comer otros alimentos, del asco que me da las ensaladas. Por las noches había un guarda que en ocasiones, para que nadie se escapase del centro, nos metían miedo, recuerdo de varios casos que amanecieron con arañazos en los brazos, y era que se disfrazaba de brujo y nos metían miedo. Yo también era de los meones, pero no recuerdo los malos tratos, los chicos más mayores, algunos, intentaban escapar por la vía del tren dirección a Madrid pero al cabo de un día los cogía la guardia civil y los regresaban al centro, la disciplina era muy dura.
La familia enviaba en ocasiones paquetes que los fines de semana nos los dejaban para coger algún caramelo y, con las mismas, nos los quitaban para guardarlos en una taquilla. Fabricábamos una pipa con trozos de caña y metíamos dentro la pasta de dientes no sé si para fingir que fumábamos o para matar el hambre con la pasta dental. Los malos recuerdos,  yo no sé, si se me borraron de la mente, pues he leído en un blog de Intenert muchos de los casos que hubo allí y es vergonzoso lo que nos hacían. 


“BUENOS RECUERDOS”:
 Soñaba que debajo de la cama tenia una baldosa, la levantaba y por unas escaleras bajaba a mi barrio, en Madrid con mis amigos. En algunas ocasiones fuimos de excursión, el circo Romano y al Castillo que hay en Tarragona, al campo de fútbol, jugaban el Tarragona y el Español. En la playa no estuvimos muchas veces, pero es cierto que nos enseñaron a hacer, con conchas y caracolas, regalos para nuestra familia. La canción que cantábamos era a los novatos del PREN moviendo las manos en paralelo pegadas las palmas y boca abajo y de arriba a bajo, también recuerdo, lo que hacíamos cuando salíamos del Centro era coger algarrobas y nos las comíamos pues estaban muy ricas y dulces, había mucho de estos árboles por la zona. Algunos chicos cogían del suelo enterrado plantas que parecían cebolletas pequeñas y se las comían. También recuerdo coger luciérnagas que por la noche iluminaban en la mano. Un día se fue la luz por la tarde y no pudieron preparar la cena, nos dieron pan con queso de bola eso, fue algo extraordinario. 
El último día de estancia, antes de partir para Madrid, nos dieron de cena coliflor cocida, la peste era inaguantable, hicieron una excepción: el que no quisiera cenar que no lo hiciera, “nadie cenó”. Desde entonces no puedo soportar el olor a coliflor. También tengo un vago recuerdo de que yo estaba en el pabellón principal, había que subir escaleras, donde estaba la Iglesia. Creoro recordar a dos guardias civiles de tricornio que se apostaban con sacos de arena y una ametralladora, que instalaban todas las noches. Debía ser para tener la zona vigilada, la verdad nunca he entendido tal motivo. De las señoritas que cuidaban de nosotros no recuerdo ningún nombre, sólo recuerdo a una que era rubia, y muy guapa, pero no sé si es la que hay en una foto puesta en Internet. Quiero recordar a otra morena de pelo rizado, fea y con gafas que era bastante seca y mala.
La única foto que tengo la envio para ver si hay alguien que se reconozca, yo soy el segundo de la derecha. En el año 1995 estuve en Semana Santa en Salou y busqué el Centro que ya estaba totalmente destruido, como se ve en las fotos, nos dijeron que pertenecía a la Diputación, la verdad es que he estado intentado buscar algo o algún escrito de todo esto y nunca había encontrado nada, hasta que el otro día entré en Internet me dió por poner el nombre de “ Pueblo o Playa de Sabinosa y, apareció lo que tantos años estuve buscando”.
Es increíble que cuando alguna circunstancia importante te marca en la mente, como puedes llegar a recordar ciertos sitios, pues yo cogí la carretera paralela a la vía del tren y di sin ningún problema con el centro ahora tengo 59/60 años.
Espero que algún compañero podamos contactar, también es cierto que conozco de un caso y me comentó que a él le dejó una huella muy mala, pues parece ser que era demasiado pequeño y  hoy todavía le cuesta trabajo hablar de aquello, no es de extrañar.


Roger

Los recuerdos de Tarragona en La Sabinosa (Roger)



Por el año 1960/61, no recuerdo bien la fecha, me fui a unas colonias en Tarragona, fui para tres meses y me quedé seis, cuando volví empezaban las Navidades en La Plaza de Olavide, con sus villancicos, y recogida de alimentos para los pobres de África. Tarragona la verdad es que fue un suplicio, de allí tengo vagos recuerdos buenos y malos, empiezo por 
“MALOS RECUERDOS“:


La comida era mala y nos obligaban a comer todo, yo recuerdo que al comer ensalada con tomate y cebolla no me gustaba y la escondía debajo de la mesa en huecos que había, me descubrieron y me hicieron comer lo que escondí, ahora sé que si devolvíamos la comida nos obligaban a comérnosla en el plato, desde entonces no he podido ni siquiera verla en el mismo plato para comer otros alimentos, del asco que me da las ensaladas. Por las noches había un guarda que en ocasiones, para que nadie se escapase del centro, nos metían miedo, recuerdo de varios casos que amanecieron con arañazos en los brazos, y era que se disfrazaba de brujo y nos metían miedo. Yo también era de los meones, pero no recuerdo los malos tratos, los chicos más mayores, algunos, intentaban escapar por la vía del tren dirección a Madrid pero al cabo de un día los cogía la guardia civil y los regresaban al centro, la disciplina era muy dura.
La familia enviaba en ocasiones paquetes que los fines de semana nos los dejaban para coger algún caramelo y, con las mismas, nos los quitaban para guardarlos en una taquilla. Fabricábamos una pipa con trozos de caña y metíamos dentro la pasta de dientes no sé si para fingir que fumábamos o para matar el hambre con la pasta dental. Los malos recuerdos,  yo no sé, si se me borraron de la mente, pues he leído en un blog de Intenert muchos de los casos que hubo allí y es vergonzoso lo que nos hacían. 


“BUENOS RECUERDOS”:
 Soñaba que debajo de la cama tenia una baldosa, la levantaba y por unas escaleras bajaba a mi barrio, en Madrid con mis amigos. En algunas ocasiones fuimos de excursión, el circo Romano y al Castillo que hay en Tarragona, al campo de fútbol, jugaban el Tarragona y el Español. En la playa no estuvimos muchas veces, pero es cierto que nos enseñaron a hacer, con conchas y caracolas, regalos para nuestra familia. La canción que cantábamos era a los novatos del PREN moviendo las manos en paralelo pegadas las palmas y boca abajo y de arriba a bajo, también recuerdo, lo que hacíamos cuando salíamos del Centro era coger algarrobas y nos las comíamos pues estaban muy ricas y dulces, había mucho de estos árboles por la zona. Algunos chicos cogían del suelo enterrado plantas que parecían cebolletas pequeñas y se las comían. También recuerdo coger luciérnagas que por la noche iluminaban en la mano. Un día se fue la luz por la tarde y no pudieron preparar la cena, nos dieron pan con queso de bola eso, fue algo extraordinario. 
El último día de estancia, antes de partir para Madrid, nos dieron de cena coliflor cocida, la peste era inaguantable, hicieron una excepción: el que no quisiera cenar que no lo hiciera, “nadie cenó”. Desde entonces no puedo soportar el olor a coliflor. También tengo un vago recuerdo de que yo estaba en el pabellón principal, había que subir escaleras, donde estaba la Iglesia. Creoro recordar a dos guardias civiles de tricornio que se apostaban con sacos de arena y una ametralladora, que instalaban todas las noches. Debía ser para tener la zona vigilada, la verdad nunca he entendido tal motivo. De las señoritas que cuidaban de nosotros no recuerdo ningún nombre, sólo recuerdo a una que era rubia, y muy guapa, pero no sé si es la que hay en una foto puesta en Internet. Quiero recordar a otra morena de pelo rizado, fea y con gafas que era bastante seca y mala.
La única foto que tengo la envio para ver si hay alguien que se reconozca, yo soy el segundo de la derecha. En el año 1995 estuve en Semana Santa en Salou y busqué el Centro que ya estaba totalmente destruido, como se ve en las fotos, nos dijeron que pertenecía a la Diputación, la verdad es que he estado intentado buscar algo o algún escrito de todo esto y nunca había encontrado nada, hasta que el otro día entré en Internet me dió por poner el nombre de “ Pueblo o Playa de Sabinosa y, apareció lo que tantos años estuve buscando”.
Es increíble que cuando alguna circunstancia importante te marca en la mente, como puedes llegar a recordar ciertos sitios, pues yo cogí la carretera paralela a la vía del tren y di sin ningún problema con el centro ahora tengo 59/60 años.
Espero que algún compañero podamos contactar, también es cierto que conozco de un caso y me comentó que a él le dejó una huella muy mala, pues parece ser que era demasiado pequeño y  hoy todavía le cuesta trabajo hablar de aquello, no es de extrañar.


Roger

23/8/11

Pedro C., nuevo sabinoso



Damos la bienvenida a Pedro que, este caluroso agosto, nos visita por primera vez y nos deja su visión de la Sabinosa. Lástima que no pueda aportar imágenes. Un abrazo amigo. (Scila).





Ha sido una sorpresa muy agridulce descubrir tantos comentarios sobre el preventorio, donde estuve tres meses en el año 54 (con seis años de edad, ahora tengo 62). Aún arrastro el dolor y la tristeza que me causaron aquellas terribles vacaciones: falta de agua, gritos constantes, actitud cuartelera, censura de la correspondencia, palizas, comidas intragables con la amenaza de comerme los vómitos si no controlaba las náuseas (castigo que se cumplió en varias ocasiones)...Todo ello a manos de unas "señoritas" sobre cuyas cabezas espero que la vida haya hecho justicia. Desde luego, envidio a esos satisfechos sabinosos que comieron a placer y disfrutaron de la estancia, pero mi experiencia fue la opuesta. No tengo fotos, aunque conservo aquella bolsa marcada de tela oscura  en la que guardábamos nuestras pobres pertenencias; es como un fetiche morboso que me hace estar cerca de aquel niño asustado que cada noche, antes de dormirse, se desahogaba llorando en silencio. Un saludo.