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18/12/10

Suma y sigue

Hoy se incorpora a nuestra crónica por entregas el testimonio de Miguel Ángel, lástima que según nos dice no conserve ninguna fotografía de su paso por el Preventorio, esas fotos son nuestra mejor herramienta para intentar reconocernos junto a los compañeros que compartieron nuestra estancia en el Centro.
Ofrecemos a Miguel Ángel nuestra más calurosa bienvenida y le invitamos a participar con sus comentarios y recuerdos con la frecuencia que desee en este lugar, sede provisional de  los sabinosos.
Un fuerte abrazo a todos y felices fiestas de salida y entrada de año.
Scila/

9/4/10

Bienvenida a Manuel

Nuestra biernvenida al nuevo sabinoso, Manuel, al que como a todos le solicitamos su colaboración mediante los recuerdos que conserve de su estancia, del viaje de ida y vuelta, las causas por las que le llevaron, nombres de cuidadoras, de compañeros y, si es posible, alguna fotografía...

18/12/09

Un nuevo sabinoso

Hola Julián, bienvenido a este rincón donde se lamen las heridas de los recuerdos los que pasaron por aquel Preventorio que tan profunda huella nos dejó a la mayoría. Se ha publicado tu artículo a pesar de incumplir el único condicionante: darnos tu correo y, si es posible, aportar alguna fotografía tuya o de tus compañeros de aquella época. De todas formas te agradecería que nos proporcionaeses ese dato- el correo-, y busques en el baúl de los recuerdos antiguos esa foto en blanco y negro, quizás un poco sepia ya por los años. De esta forma esperamos reencontrar amigos al identificarse en esas fotos colectivas que nos hacían las cuidadoras por un durazo de la época (veinte reales).


Espero verte por aquí con frecuencia. Un abrazo/

27/7/09

Todavía estoy de guardia


Algunos ya se fueron para regresar en Agosto, más bien a finales. Pero a mí me toca hacer guardia todavía un par de semanas, antes de partir hacia los Balkanes donde pasaré un par de semanas o tres. De modo que si hay sabinosos, indecisos por entrar a identificarse, todavía están a tiempo de hacerlo, luego tendrán que esperar turno que después de vacaciones siempre hay aglomeraciones.


A pesar de la ruina y la desidia en la que se encuentran las instalaciones del Preventorio todavía es posible encontrar esquinas y rincones de una belleza conmovedora, sobre todo por los recuerdos que nos provocan.

6/12/07

Museo fotográfico

La famosa señorita Clara, de la que todos los críos del Preventorio estábamos enamorados.
(Foto cedida por Jesús  al museo virtual de 20minutos.es).






(Textos colgados en 20minutos.es)


15.06.2007 - 03:09h - Dice ser Jesús.
-"Eran finales de los 50 y principios de los 60. Los de Tetuán de las Victorias (Madrid) también estuvimos allí. Chicos del Colegio Juan Ramón Jiménez.
 
18.07.2007 - Dice ser Carolina2.
-"Qué sorpresón!!!. Mi padre también estuvo en la Savinosa de niño (él es de Tetuán) y me hablaba de la señorita Clara (su amor platónico de niño), y mira por dónde la he podido poner cara. Ahora a ver qué cara pone mi padre cuando le enseñe ésta foto, se emocionará, igual que he hecho yo... 
 
07.08.2007 - 13:49h - Dice ser Jesús".
-"Yo estuve 2 años distintos, en 1959 y 1963. Las dos veces estuve con la Sta. Domi. ¡Qué bien se portaron con todos nosotros! Disfrutamos de las deliciosas playas de la Sabinosa. La Corta, La Larga, etc.. Soy de Tetuán, de la calle Porfirio, cerca de Marqués de Viana.

03.11.2007 - 12:10h - Dice ser Javier". 
-"Yo también estuve en el preventorio de La Sabinosa en el verano de 1.963. Es uno de los recuerdos más atroces de mi infancia. La comida era una bazofia vomitiva: las lentejas tenían "cocos" y piedras, en la ensalada no era infrecuente encontrarse con algún gusano. A veces teníamos que fingir diarrea para que nos pusieran una dieta de arroz blanco y pescado hervido, que era lo único pasable en aquel muestrario de inmundicias. Nos tenían muertos de sed (un vaso y medio de agua al día). Nos golpeaban y humillaban continuamente. No podíamos correr y saltar como corresponde a la vitalidad de un niño de nueve años: tanto en los pinares como en la playa teníamos que jugar sentados y desplazarnos andando en cuclillas, porque al que se ponía de pie le daban un par de bofetones y le ponían de rodillas con los brazos en cruz; todo en aras de que engordáramos durante nuestra estancia allí. En fin, que hay materia para escribir un libro sobre las calamidades que nos hicieron pasar aquellas mujéres sádicas y despiadadas, capaces de torturar sin piedad a unos pobres niños (niños pobres, por cierto) de apenas diez años de edad, que no parecían sino haber sido instruídas sobre métodos disciplinarios en algún cuartel de la Gestapo... Calculo que aquellas "señoritas" tendrán ahora entre setenta y ochenta años. Espero que la vida les haya devuelto con creces toda la maldad que derrocharon con nosotros. 


-Scila.
-"Yo estuve allí y sobreviví. Es curioso como hay quién tiene un recuerdo agradable y otros lo recordamos como una época de claustrofóbico encierro, malos tratos, una comida que hasta a los que siempre teníamos hambre nos provocaba arcadas. ¿Alguien recuerda qué hacía el señor Instructor con los que vomitaban la comida? 
Recuerdo a la señorita Clara y aquel supuesto novio piloto que sobrevolaba la Sabinosa con su avioneta para lucirse, o saludarla. ¿No hay forma de ponernos en contacto unos con otros y recordar en conjunto aquellos años? Dejo aquí mi correo, agradecería a cualquier compañero de aquella época se ponga en contacto conmigo. Un abrazo a todos/Scila.
Por cierto, ¿alguien recuerda a Emilio? Me gustaría reecontrarle.