Hoy nos llegó un texto anónimo de alguien que dice haber visitado recientemente La Sabinosa y haberse asustado de lo que vio, o intuyó. Nos pide información y aclaraciones sobre el lugar y su historia, información que le podemos ofrecer sin ningún problema, siempre y cuando tenga la amabilidad de identificarse, al menos con un correo, ¡qué menos!
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30/4/09
5/4/09
Anónimos
Hoy nos llegó un texto anónimo de alguien que dice haber visitado recientemente La Sabinosa y haberse asustado de lo que vio, o intuyó. Nos pide información y aclaraciones sobre el lugar y su historia, información que le podemos ofrecer sin ningún problema, siempre y cuando tenga la amabilidad de identificarse, al menos con un correo, ¡qué menos!
3/4/09
Respuesta al comentario de Jesús
Tienes razón, es muy complicado encontrar a alguien tras tantos años, pero sigue llamándome la atención que, de entre los reaparecidos, nadie sea del grupo de nadie.
En cuanto a cómo nos fue la feria a cada uno, es también muy habitual que eso ocurra. Había, sin duda, cuidadoras "normales", si tuviste la fortuna de caer con una de ellas, pues sin malos tratos las cosas cambian mucho. Ten en cuenta que el mero hecho de estar a cientos de kilómetros de las familias para muchos ya era algo doloroso, si se le suman los castigos físicos, la mala comida, el pánico al instructor- imagínate a los que les tocó comerse su vómitos, qué recuerdos pueden tener- si eras uno de los meones... todo eso se iba sumando y terminaba por ser una situación terrible.
Pero evidentemente cada quien cuenta la feria como le fue y no me parece nada extraordianario que, como tú, haya otros críos que volvieron satisfechos de su estancia allí, les fue mejor que a la mayoría por las circunstancias que fueren. Y es comprensible que te sorprenda leer lo que aquí se dice, tanto como a nosotros saber ahora que había compañeros que no lo pasaban mal del todo.
Bueno Jesús, que espero verte por aquí más a menudo. Un abrazo.
Scila/
En cuanto a cómo nos fue la feria a cada uno, es también muy habitual que eso ocurra. Había, sin duda, cuidadoras "normales", si tuviste la fortuna de caer con una de ellas, pues sin malos tratos las cosas cambian mucho. Ten en cuenta que el mero hecho de estar a cientos de kilómetros de las familias para muchos ya era algo doloroso, si se le suman los castigos físicos, la mala comida, el pánico al instructor- imagínate a los que les tocó comerse su vómitos, qué recuerdos pueden tener- si eras uno de los meones... todo eso se iba sumando y terminaba por ser una situación terrible.
Pero evidentemente cada quien cuenta la feria como le fue y no me parece nada extraordianario que, como tú, haya otros críos que volvieron satisfechos de su estancia allí, les fue mejor que a la mayoría por las circunstancias que fueren. Y es comprensible que te sorprenda leer lo que aquí se dice, tanto como a nosotros saber ahora que había compañeros que no lo pasaban mal del todo.
Bueno Jesús, que espero verte por aquí más a menudo. Un abrazo.
Scila/
1/4/09
A cuenta gotas
Con lentitud pero, gota a gota, los ex sabinosos van acudiendo al Blog. Curiosamente a pesar de la veintena de compañeros identificados nadie recuerda a nadie. La explicación es fácil, fuimos miles los que pasamos por aquel lugar siniestro y es comprensible que sea casi una lotería coincidir con gente del mismo año y en el mismo pabellón. La incomunicación- inexplicable- a la que nos sometían impedieron que nos conociésemos unos grupos con otros.
De todas formas, el Blog está ahí, una puerta abierta al reencuentro con la Sabinosa, con el Preventorio o, campo de concentración infantil, como algunos lo llamábamos. Invito a cualquiera que lea este blog y haya estado en la Sabinosa, o conozca a alguien que estuvo, que nos deje su comentario y un correo de contacto.
Salu2/Scila
De todas formas, el Blog está ahí, una puerta abierta al reencuentro con la Sabinosa, con el Preventorio o, campo de concentración infantil, como algunos lo llamábamos. Invito a cualquiera que lea este blog y haya estado en la Sabinosa, o conozca a alguien que estuvo, que nos deje su comentario y un correo de contacto.
Salu2/Scila
14/2/09
Patricio y José, los gemelos

Hola de nuevo Scilas, he encontrado dos fotografías de nuestro paso por la Sabinosa que te adjunto para su incorporación a la página. Nuestra experiencia, la de mi hermano Patricio y mía (somos gemelos) no las recordamos con claridad, nos habíamos olvidado de tantas vejaciones, no hemos hablado mucho de aquello pero al entrar en tu pagina nos pusimos a recordar: nuestros recuerdos empiezan en la Plaza de España, con la vacunación y después ese terrible viaje en los trenes de madera, un larguísimo viaje tirados por los suelos, llegamos negros por el humo de la máquina.
Recuerdo la primera vez sentimos terror al vernos en aquel lugar, sin saber porqué las Señoritas nos trataban sin consideración a unos niños que teníamos siete años. Recuerdo que nos pasamos la noche llorando y llamando a nuestra madre. El primer año vino nuestra madre a vernos y las Señoritas parecían muy amables con nosotros, pasamos la tarde en la playa con mi madre, sin dormir la siesta y cuando se fue nos dijo que como el tren pasaba por la playa estuviéramos atentos que nos diría adiós, pues bien, cuando volvimos al pabellón y mi madre se fue nos dijo la seño que estábamos castigados y que pasaríamos el resto de la tarde sentados con todos los chicos en la playa pero nosotros estaríamos de espaldas a la vía y con la cabeza entre las piernas con lo cual oímos pasar el tren pero no pudimos decir adiós a mi madre esto nos pareció muy cruel.
He leído testimonios de los que pasaron por allí pero hay cosas que no logramos recordar, éramos muy pequeños. No recuerdo que rezáramos el rosario, sí recuerdo que estábamos todo el día sentados, en el solarium, jugando a las tabas, tirando chinas para arriba y cogiéndolas con la mano, nos hicimos expertos.
Recordamos el comedor como un suplicio, la comida era asquerosa y, efectivamente, si vomitabas tenías que volver a comértelo. A mi hermano le obligaron a comerse su propio vómito y, como no había forma de hacérselo comer, la señorita le dio un puñetazo en plena cara, ocasionándole una hemorragia nasal y le llevaron a la enfermería. Yo me quedé esperando en un estado de ansiedad terrible.
También tenemos buenos recuerdos, como los pocos baños en el mar, los paseos por la playa larga y la montaña. Y un par de salidas a Tarragona en Domingo a ver una novillada y un partido de fútbol. No recuerdo el nombre de ningún compañero, sólo el apodo de uno de ellos: “MECON”. De las señoritas no acordamos nombre, excepto una que se portó con nosotros de maravilla, la señorita Clara.
Hacer las necesidades era un suplicio, todo el día con ganas pero no nos daban tiempo para ir al servicio y durante el día no estaba permitido. Nos levantábamos por la noche- a escondidas- para poder evacuar. A pesar de todo nos quedamos con los buenos recuerdos. De aquella época nos han quedado tres olores: el del comedor, la playa, y el monte.
Somos de Madrid, de Cuatro Caminos. Un saludo afectuoso a ti y todos los Sabinosos.
29/1/09
Juan Martinez

Bienvenido al club.
Scila/
Hola Scila, yo también estuve alli. Me llamo Juan Martínez y aunque vivo en Getafe soy de Madrid. Al final de los años 50 estuve dos veces en el Preventorio de la Sabinosa, tengo muy malos recuerdos y no querría ni acordarme si no fuera porque la última vez di con una cuidadora genial, se llamaba María Tutor y era la bondad en persona, una mujer que no olvidaré nunca por muchos años que viva. Mis peores recuerdos, sin duda , provienen de la señorita Emilia, más mala que un dolor de muelas. Respecto a la comida es verdad, habia bichos en el comedor y a veces los encontrabas en el plato. Te mando esta foto del Preventorio- soy el de la derecha-. Gracias por publicarlo en tu blog.
Ciao, un saludo a todos los que tuvieron que pasar por ese lugar.
J.M.
Ciao, un saludo a todos los que tuvieron que pasar por ese lugar.
J.M.
16/1/09
14/1/09
Jesús de Tetuán
Hoy se incorpora un nuevo "sabinoso" al club. Se trata de Jesús, de Tetuán. Siempre es interesante recibir una nueva incorporación pero en este caso lo es más por ser- creo que el único hasta ahora- que dice guardar recuerdos agradables de aquel lugar. Es bueno el contraste de opiniones diferentes. El texto remitido es extenso por lo que nos vemos obligados a transcribir solamente algunos párrafos por cuestión de espacio y equidad con el resto de colaboradores. Bien venido al club, Jesús.
Scila/
Me es muy grato reencontrarme con los compañeros que convivimos en los años 50 y 60 en La Sabinosa. Vaya por delante que he leido todos los comentarios que habéis puesto en este Blog y tenéis un mal recuerdo de aquella época. Sin embargo, mis recuerdos son totalmente distintos, yo recuerdo aquella época como bella y bonita. Quizá sea porque en las dos etapas que estuve fui con varios amigos de la calle donde yo vivía, calle Porfirio, y no me encontraba sólo. Las dos veces estuve con la Señorita Domi, siempre se portó muy bien conmigo. Estuve dos veces, en las primaveras de 1959 y 1963, con 8 y 12 años. Tres meses cada vez. De la primera tengo menos recuerdos, entonces era muy niño. De la segunda vez recuerdo más vivencias.
Había que pasar un reconocimiento médico en una sede del Patronato Antituberculoso de Andrés Mellado, Madrid. Los niños que íbamos no podíamos estar enfermos. Éramos de familias humildes, hijos de los perdedores de la guerra.
Nuestra llegada era recibida por los niños que ya estaban allí con cánticos cómo: "Nóvatos del Pré" "Nóvatos del Pré". Llevándose las manos al pecho y dspués estirando los brazos a la misma altura. Había otros cánticos cómo: "Los más vetes del Pré" o "Vete puro Nova". A los nuevos se les reconocía por la ropa , era distinta a la de los veteranos. Las zapatillas eran de suela de esparto, tela y atada con cintas por encima del tobillo.
Hay compañeros que dicen que pasaban hambre, o que la comida era mala, o que a alguno les hicieron comer sus vómitos. Yo no recuerdo esto. Sí recuerdo que al acercarnos al comedor siempre había el mismo olor a comida, patatas cocidas con mejillones o algo así. Recuerdo que íbamos a beber agua de la fuente que aparece en alguna foto, y nos llevábamos un dentrífico untábamos un poco en los dientes y al beber el agua parecía más fina.
Los baños estaban al final del pabellón. Todos los niños se bañaban desnudos, excepto yo, con 12 años había desarrollado el vello púbico y la Sta. Domi me dio un bañador azul para que me tapara. Los demás niños eran más pequeños y no tenían "Pelillos". Las playas eran muy bonitas y desiertas de gente, sólo estábamos los del Preventorio. La Corta o de los Curas, La Larga o la Sabinosa. Nos bañábamos poco, pero podíamos jugar. Hacíamos excusiones a Tarragona, o al monte. Cuando ibamos al monte, nos daban de merienda un suizo con un huevo duro en el medio. En la playa recogíamos conchas, lapas, o "uñas" con las que hacíamos las pulseras o collares. Al volver a casa los repartíamos entre las hermanas o vecinas como recuerdo de nuestra estancia en la playa. Todas las tardes había que rezar el rosario. Yo cantaba el rosario, en latín. Quizá por eso me trataban bien, no recuerdo que a los demás niños no les trataran igual que a mí. Algunos habláis de niños hambrientos o tristes. Mis recuerdos son de niños alegres, siempre cantando, en las fotos no se nos ve mal nutridos. No me gustaba el Instructor, era como un sargento. Era temido entre los niños por su autoritarismo. Otro buen recuerdo es de un amigo que hice allí, del cual no recuerdo su nombre. Vivía la Colonia de los Tranviarios. Al poco de volver le hice una visita y desde entonces no volví a verle.Bueno, quería haceros llegar mis recuerdos a los que pasamos por La Sabinosa, como suele pasar, cada uno cuenta la feria según le va, que por lo aquí contado, nada tiene que ver unos recuerdos con los de otros. Los míos son buenos, y así lo digo.
Agradecer a Scila que haya creado este foro de debate y recuerdos para los que pasamos allí una parte de nuestra vida. Gracias, de corazón.
Jesús, de la calle Porfirio.
7/1/09
Jesús Ibañez
Hola Scila. Respecto a las fotos, no tengo ninguna, con 12 años me fuí a Brasil con mi familia y aquí dejé todas mis pertenencias, a la vuelta partí de cero, en cuanto a objetos del pasado. Tengo vagos recuerdos de que estuve en el pabellón 2, pero de las señoritas, lo único que me recuerdo es que eran crueles a más no poder (creo que había dos, pues en el piso de arriba había otro pabellón), a la menor que hacíamos, nos ponían en fila, de manera que pasáramos por delante de ellas con los dedos de las manos en cucurucho y nos daban con un palo en las puntas de los dedos y si fallaban o desplazabas la mano, te daban dos o tres veces. Si recuerdo que en las salidas que hacíamos a diario, mi grupo era de los que tenía peor suerte, casi siempre estábamos sentados, con la cabeza entre las rodillas.
A pesar de que era verano no nos dejaron bañarnos ni un día. Respecto al comedor lo recuerdo como un sitio infernal, pues las colúmnas que había en el centro de las mesas estaban llenas de moscas y, si te caía una en el plato, te lo tenías que comer, a parte de que la comida era ya vomitiva. En alguna ocasión a algún niño le hicieron comer incluso cuando había vomitado en el plato. Recuerdo que había un niño, que su familia le enviaba tebeos y nos los dejaba a cambio del culín de agua que nos daban en las comidas.
Por lo demás, corroboro los comentarios que han puesto algunos compañeros, lo del "vete puro nova" y "X días pa la vía" que cantábamos cuando nos cruzábamos con otro pabellón, lo de la peluquería, la enfermería y todas las perrerías que nos hacían. Es triste que en la memoria de una persona queden estos recuerdos de la niñez (que deberían ser los más felices de tu vida).
Jesús/
A pesar de que era verano no nos dejaron bañarnos ni un día. Respecto al comedor lo recuerdo como un sitio infernal, pues las colúmnas que había en el centro de las mesas estaban llenas de moscas y, si te caía una en el plato, te lo tenías que comer, a parte de que la comida era ya vomitiva. En alguna ocasión a algún niño le hicieron comer incluso cuando había vomitado en el plato. Recuerdo que había un niño, que su familia le enviaba tebeos y nos los dejaba a cambio del culín de agua que nos daban en las comidas.
Por lo demás, corroboro los comentarios que han puesto algunos compañeros, lo del "vete puro nova" y "X días pa la vía" que cantábamos cuando nos cruzábamos con otro pabellón, lo de la peluquería, la enfermería y todas las perrerías que nos hacían. Es triste que en la memoria de una persona queden estos recuerdos de la niñez (que deberían ser los más felices de tu vida).
Jesús/
27/12/08
Más de Lorenzo

Por fin he conseguido unas fotografías (no ha sido fácil): en la 01 el de la Izquierda soy yo, a continuación mi hermano Pedro. En la 02 también soy el de la izquierda, a continuación un buen amigo "el flequi" (curiosa manía la de los apodos, no recuerdo el nombre de pila), en la 03 estoy en el centro de la segunda fila mirando a la izquierda, al final de la segunda fila (izqu.) "el negro", a mi derecha su hermano y en la primera fila, a la izqu. Raúl Romero.
Hay mucho para no recordar, mucho que decidí olvidar, ya apenas existe aquello "malo" que "me hicieron" aquellas mujeres, algo mas recuerdo de lo "malo" que hice, la verdad es que desde que empecé a tomar conciencia de la innombrable manipulación a la que nos sometían en la época, siento la necesidad de pedirle disculpas a un tal "negro" (está en la foto del grupo), reconozco que fuí cruel con él, cosas de chicos pero la crueldad con 8 ó 9 años también es crueldad, y nunca es tarde para pedir perdón. Así que desde aquí lo hago.
No estaría mal juntarnos algún día en aquel lugar, tal vez para exorcizar las miles de situaciones que nunca debieron haberse producido, ¿o si?
Recuerdo un nombre Raúl Romero Altares, otro sin apellido Víctor, también tuve un socio que conoció los horrores sabinosos, Tomás Lara.
Recuerdo un nombre Raúl Romero Altares, otro sin apellido Víctor, también tuve un socio que conoció los horrores sabinosos, Tomás Lara.
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