Hoy se incorpora un nuevo "sabinoso" al club. Se trata de Jesús, de Tetuán. Siempre es interesante recibir una nueva incorporación pero en este caso lo es más por ser- creo que el único hasta ahora- que dice guardar recuerdos agradables de aquel lugar. Es bueno el contraste de opiniones diferentes. El texto remitido es extenso por lo que nos vemos obligados a transcribir solamente algunos párrafos por cuestión de espacio y equidad con el resto de colaboradores. Bien venido al club, Jesús.
Scila/
Me es muy grato reencontrarme con los compañeros que convivimos en los años 50 y 60 en La Sabinosa. Vaya por delante que he leido todos los comentarios que habéis puesto en este Blog y tenéis un mal recuerdo de aquella época. Sin embargo, mis recuerdos son totalmente distintos, yo recuerdo aquella época como bella y bonita. Quizá sea porque en las dos etapas que estuve fui con varios amigos de la calle donde yo vivía, calle Porfirio, y no me encontraba sólo. Las dos veces estuve con la Señorita Domi, siempre se portó muy bien conmigo. Estuve dos veces, en las primaveras de 1959 y 1963, con 8 y 12 años. Tres meses cada vez. De la primera tengo menos recuerdos, entonces era muy niño. De la segunda vez recuerdo más vivencias.
Había que pasar un reconocimiento médico en una sede del Patronato Antituberculoso de Andrés Mellado, Madrid. Los niños que íbamos no podíamos estar enfermos. Éramos de familias humildes, hijos de los perdedores de la guerra.
Nuestra llegada era recibida por los niños que ya estaban allí con cánticos cómo: "Nóvatos del Pré" "Nóvatos del Pré". Llevándose las manos al pecho y dspués estirando los brazos a la misma altura. Había otros cánticos cómo: "Los más vetes del Pré" o "Vete puro Nova". A los nuevos se les reconocía por la ropa , era distinta a la de los veteranos. Las zapatillas eran de suela de esparto, tela y atada con cintas por encima del tobillo.
Hay compañeros que dicen que pasaban hambre, o que la comida era mala, o que a alguno les hicieron comer sus vómitos. Yo no recuerdo esto. Sí recuerdo que al acercarnos al comedor siempre había el mismo olor a comida, patatas cocidas con mejillones o algo así. Recuerdo que íbamos a beber agua de la fuente que aparece en alguna foto, y nos llevábamos un dentrífico untábamos un poco en los dientes y al beber el agua parecía más fina.
Los baños estaban al final del pabellón. Todos los niños se bañaban desnudos, excepto yo, con 12 años había desarrollado el vello púbico y la Sta. Domi me dio un bañador azul para que me tapara. Los demás niños eran más pequeños y no tenían "Pelillos". Las playas eran muy bonitas y desiertas de gente, sólo estábamos los del Preventorio. La Corta o de los Curas, La Larga o la Sabinosa. Nos bañábamos poco, pero podíamos jugar. Hacíamos excusiones a Tarragona, o al monte. Cuando ibamos al monte, nos daban de merienda un suizo con un huevo duro en el medio. En la playa recogíamos conchas, lapas, o "uñas" con las que hacíamos las pulseras o collares. Al volver a casa los repartíamos entre las hermanas o vecinas como recuerdo de nuestra estancia en la playa. Todas las tardes había que rezar el rosario. Yo cantaba el rosario, en latín. Quizá por eso me trataban bien, no recuerdo que a los demás niños no les trataran igual que a mí. Algunos habláis de niños hambrientos o tristes. Mis recuerdos son de niños alegres, siempre cantando, en las fotos no se nos ve mal nutridos. No me gustaba el Instructor, era como un sargento. Era temido entre los niños por su autoritarismo. Otro buen recuerdo es de un amigo que hice allí, del cual no recuerdo su nombre. Vivía la Colonia de los Tranviarios. Al poco de volver le hice una visita y desde entonces no volví a verle.Bueno, quería haceros llegar mis recuerdos a los que pasamos por La Sabinosa, como suele pasar, cada uno cuenta la feria según le va, que por lo aquí contado, nada tiene que ver unos recuerdos con los de otros. Los míos son buenos, y así lo digo.
Agradecer a Scila que haya creado este foro de debate y recuerdos para los que pasamos allí una parte de nuestra vida. Gracias, de corazón.
Jesús, de la calle Porfirio.
¡Hola!.En el año 1959 estuve en los Preventorios de la Sabinosa, y desde luego para mí fueron un poco desagradables. Al salir de la estación ya ví algo que no iba bien, desde el punto de vista del trato a los niños,nos tumbaron en el suelo como sardinas en lata y una manta como colchón hasta..... Tarragona, eso sí las monjas y las "seño" iban cómodamente tumbadas en los asientos. Cuando llegamos a los pabellones (medio zombies por las condiciones del viaje), nos quitaron los bocadillos , bollos o caramelos que nos dieron nuestras madres en Madrid, y nos obligaron a echarlos al suelo, encima de una especio de capote que nos dieron. Después nos dejaron en pelotas y a la ducha de cabeza, y en esa bienvenida pude presenciar los resbalones que se producian, ya que a algunos los empujaban a la fuerza y si alguno seguía negándose les agarraban por el cuello y le metían la cabeza debajo de los grifos con lo cual tambien pude observar que el los forcejeos, se golpeaban la cabeza con los mismos, por lo que ya ví la sangre el primer día, (los niños lloraban y llamaban a sus madres).Las comidas tenían un olor nauseabundo, una mezcla de lentejas con fideos y judias pintas, que muchas veces incluían "piedrecitas" y algun gusanillo. SOLO NOS DABAN UN VASO DE AGUA con la comida y estaba prohibido beber más, lo cuál provocaba que entre nosotros mismos nos quitásemos el agua de la mesa (al compañero que le quedaba un poco de agua en al vaso le decíamos: mira una gaviota verd, y cuando miraba, nos bebíamos de un trago la que tenía.Los que se negaban a comer o vomitaban, las monjas cogian una cuchara y le metían la comida a la fuerza, y esto provocaba a su vez diarreas, eso sí a los que les pasaba esto los pasaban en una mesa aparte y les daban arroz blanco con pescado cocido, que era un manjar comparado con los guisotes que nos esdiñaban. Después de comer,siesta obligatoria de 3 horas que mas que siesta era una tortura, nos obligaban a estar acostados de lado mirando a los servicios NO NOS PADIAMOS MOVER NI CAMBIAR DE POSTURA NI LEVANTANTE PARA HACER TUS NECESIDADES, y era normal escuchar los gemidos de tus compañeros haciendo esfuerzos para contener la evacuación de las aguas mayores y menores.Cuandonoslevantábamos de la siesta, las "seño" iban de "caza" para separar a los que se habían cagado en la cama y los "inflaban a hostias" y después a empujones los mandaban a la ducha, repitiéndose los resbalones y descalabros en algunos casos.Lo que sí puedo constatar es que se producían frecuentes fugas de niños desesperados, por no poder aguantar más las humillaciones.En teoría este centro lo "vendían" a los padres como un Preventorio para prevenir la tuberculosis en los niños, o que éstos fueran propensos, y que con buena comida, playa y aire libre, sería lo ideal para ellos. Pero según fuí creciendo, comprendí que aquello fué una herramienta para que los niños de los "rojos republicanos" no se les ocurriera de mayores volver a rebelarse contra la dictadura de Franco, y eso era lo que querían PREVENIR y no la tuberculosis, además ningunos de nosotros estaba tuberculoso, ni éramos huerfanos, ni estábamos mal alimentados en nuestras casas, y ni estábamos famélicos, es más, cuando terminó nuestra estancia, regresamos la mayoria MAS DELGADOS que cuando ingresamos. Los niños procedían sobre todo de Madrid, Valencia, y Cataluña, curiosamente las provincias que mas se opusieron y aguantaron en la Guerra Civil.
ResponderEliminarPor último quisiera preguntarle a Jesús de Tetuán, si la señorita enfermera que aparece en la foto ,es la famosa Domi, y si tiene alguna más de ella. Me alegro que te tratara bien, conmigo personalmente no se metió mucho, porque lo mejor que hice fué pasar lo mas inadvertido posible, ahora bién, también "repartía" lo suyo, y por supuesto había enfermeras más agresivas que ella.
Saludos a todos y a Jesús de Tetuán