Hemos de agradecer el comentario de nuestro anónimo comunicante en el que insiste en aclarar que los vecinos del Preventorio (las escasas viviendas cercanas) desconocían el trato que recibíamos los internos. Por supuesto que entendemos, al menos a título personal, ese desconocimiento, como hemos afirmado en distintas intervenciones, las cuidadoras cambiaban de actitud si alguien ajeno a la Sabinosa se acercaba donde estábamos. Dejaban las palas y los gritos para hablar de los "pobres niños que les enviaban muertos de hambre y enfermedades desde Madrid" para ser cuidados.
Ni siquiera se nos ocurre pensar que eran tan crueles con los críos por ser catalanas (la mayoría), simplemente, en este tipo de establecimientos cuando no hay el debido control o sensibilidad hacia los niños, suelen generarse este tipo de mal trato, sea donde fuere, el ser humano es así, a veces.
Una vez más agradecemos su mensaje a nuestro "vecino" de antaño.
Scila/
Ni siquiera se nos ocurre pensar que eran tan crueles con los críos por ser catalanas (la mayoría), simplemente, en este tipo de establecimientos cuando no hay el debido control o sensibilidad hacia los niños, suelen generarse este tipo de mal trato, sea donde fuere, el ser humano es así, a veces.
Una vez más agradecemos su mensaje a nuestro "vecino" de antaño.
Scila/
Hola Scilas, soy Joan de Valencia donde nos vimos hace unos meses. Este verano he estado en la playa de la Sabinosa de regreso desde Gerona. Y alli estaba el preventorio! Parece increible que siga alli, en primera linea de la costa, en esa especie de pequeña peninsulaque sigue igual que antaño. Los recuerdos de mi estancia alli los visualice mas claramente que nunca. Es posible que a mi, yquizá a muchos de nosotros, se nos quedara en el subconsciente una experiencia tan dura, una mas de las que pasamos los de nuestra generación, niños de la posguerra. La verdad es que comprendo que muchos de nuestros padres nos contaran poco de la guerra, ellos lo pasaron mucho peor y no querian revivir aquellos años terribles. Pero no hay que olvidar, hay que recordar, contar, saber, para que no vuelvan los salvapatrias.
ResponderEliminarMe alegra saber de ti Joan.La verdad es que nuestros padres y abuelos nos hicieron un flaco favor al no pasarnos la información, al ocultar lo que sabían y lo que les tocó vivir durante y, sobre todo, después de la guerra.
ResponderEliminarAsí se explica que haya tanto desconocimiento sobre las atrocidades que sufrió la población civil, sobre las torturas, desapariciones y falsas adopciones de niños, de hijos de los perdedores, que nunca sabrán que sus padres relamente fueron otros.
Nos asusta "ver" estas cosas en Bosnia, en la Argentina de los milicos, o en el Chile de Pinochet, pero no hace falta ir tan lejos, aquí ya se habían inventado casi todas esas acciones abominables contra los ciudadanos de a pie.
Un saludo amigo.