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9/3/12

De Juan.

Hola de nuevo, la verdad es que apenas recuerdo esos tiempos, creo recordar que tenía sólo 7 años (66 o 67). Recuerdo lo malísima que era la comida  y la tal Emilia, por lo mala y déspota que era con los niños. También tengo en la memoria el tremendo ruido del paso del tren por las noches, y el olor tan característicos que había en los lavabos. 

Mis recuerdos, como ya comenté, se diluyen en el tiempo. El partido de fútbol,  la playa y la ermita- con un montón de calaveras- es todo lo que recuerdo. Creo que soy ateo por los muchos rosarios que rezamos. Yo no lo pasé mal del todo ya que mi hermano estaba conmigo, tenía dos años mas que yo y cuidaba de mí. Fotos sé que mis padres conservaron en casa, pero murieron y no sé nada de esas ellas, desaparecieron. 

Un saludo y hasta pronto. Juan A.

De Juan.

Hola de nuevo, la verdad es que apenas recuerdo esos tiempos, creo recordar que tenía sólo 7 años (66 o 67). Recuerdo lo malísima que era la comida  y la tal Emilia, por lo mala y déspota que era con los niños. También tengo en la memoria el tremendo ruido del paso del tren por las noches, y el olor tan característicos que había en los lavabos. 

Mis recuerdos, como ya comenté, se diluyen en el tiempo. El partido de fútbol,  la playa y la ermita- con un montón de calaveras- es todo lo que recuerdo. Creo que soy ateo por los muchos rosarios que rezamos. Yo no lo pasé mal del todo ya que mi hermano estaba conmigo, tenía dos años mas que yo y cuidaba de mí. Fotos sé que mis padres conservaron en casa, pero murieron y no sé nada de esas ellas, desaparecieron. 

Un saludo y hasta pronto. Juan A.

De Juan.

Hola de nuevo, la verdad es que apenas recuerdo esos tiempos, creo recordar que tenía sólo 7 años (66 o 67). Recuerdo lo malísima que era la comida  y la tal Emilia, por lo mala y déspota que era con los niños. También tengo en la memoria el tremendo ruido del paso del tren por las noches, y el olor tan característicos que había en los lavabos. 

Mis recuerdos, como ya comenté, se diluyen en el tiempo. El partido de fútbol,  la playa y la ermita- con un montón de calaveras- es todo lo que recuerdo. Creo que soy ateo por los muchos rosarios que rezamos. Yo no lo pasé mal del todo ya que mi hermano estaba conmigo, tenía dos años mas que yo y cuidaba de mí. Fotos sé que mis padres conservaron en casa, pero murieron y no sé nada de esas ellas, desaparecieron. 

Un saludo y hasta pronto. Juan A.

8/3/12

Juan Ángel, un nuevo sabinoso


Yo también estuve en el Preventorio, la verdad es que no recuerdo el año,  creo que sería el 56 o 57, y sí me acuerdo de la Emilia de las narices,  mala, mala, pero mala.  Recuerdo que una tarde no pude orinar a la hora marcada, creo que después de la comida, pasé toda la tarde sin poder orinar y después de dos tortas, por la noche,  no podía ni andar del dolor. 

Yo casi no recuerdo aquellos años, será que no lo quiero recordar. Sí recuerdo la llegada al Preventorio, pasando por el ojo  del puente de la vía del tren  y ver el mar por primera vez. También recuerdo una visita al campo de fútbol, llegamos andando y nos dieron unas capas, creo que negras o azúl marino, para llevarlas sobre los hombros. 
Yo vivía en Peña Grande (Madrid), y en mi casa no se pasaba hambre, por eso la comida me parecía una mierda  y, las lentejas,  creo que eran más piedras que lentejas. Otro recuerdo que tengo es una visita a una ermita en el monte. Pero claro, lo más bonito fue… la playa larga,  maravillosa. Es mi mejor recuerdo. Un saludo a todos.  


Juan.

Juan Ángel, un nuevo sabinoso


Yo también estuve en el Preventorio, la verdad es que no recuerdo el año,  creo que sería el 56 o 57, y sí me acuerdo de la Emilia de las narices,  mala, mala, pero mala.  Recuerdo que una tarde no pude orinar a la hora marcada, creo que después de la comida, pasé toda la tarde sin poder orinar y después de dos tortas, por la noche,  no podía ni andar del dolor. 

Yo casi no recuerdo aquellos años, será que no lo quiero recordar. Sí recuerdo la llegada al Preventorio, pasando por el ojo  del puente de la vía del tren  y ver el mar por primera vez. También recuerdo una visita al campo de fútbol, llegamos andando y nos dieron unas capas, creo que negras o azúl marino, para llevarlas sobre los hombros. 
Yo vivía en Peña Grande (Madrid), y en mi casa no se pasaba hambre, por eso la comida me parecía una mierda  y, las lentejas,  creo que eran más piedras que lentejas. Otro recuerdo que tengo es una visita a una ermita en el monte. Pero claro, lo más bonito fue… la playa larga,  maravillosa. Es mi mejor recuerdo. Un saludo a todos.  


Juan.

Juan Ángel, un nuevo sabinoso


Yo también estuve en el Preventorio, la verdad es que no recuerdo el año,  creo que sería el 56 o 57, y sí me acuerdo de la Emilia de las narices,  mala, mala, pero mala.  Recuerdo que una tarde no pude orinar a la hora marcada, creo que después de la comida, pasé toda la tarde sin poder orinar y después de dos tortas, por la noche,  no podía ni andar del dolor. 

Yo casi no recuerdo aquellos años, será que no lo quiero recordar. Sí recuerdo la llegada al Preventorio, pasando por el ojo  del puente de la vía del tren  y ver el mar por primera vez. También recuerdo una visita al campo de fútbol, llegamos andando y nos dieron unas capas, creo que negras o azúl marino, para llevarlas sobre los hombros. 
Yo vivía en Peña Grande (Madrid), y en mi casa no se pasaba hambre, por eso la comida me parecía una mierda  y, las lentejas,  creo que eran más piedras que lentejas. Otro recuerdo que tengo es una visita a una ermita en el monte. Pero claro, lo más bonito fue… la playa larga,  maravillosa. Es mi mejor recuerdo. Un saludo a todos.  


Juan.

6/2/12

Exposición

Como algunos recordaréis, entre nosotros contamos con ilustres sabinosos, entre otros con nuestro compañero Juan A., que tiene la virtud de esculpir el metal como un consumado artista. Conocemos alguna de sus obras por haberlas expuesto en esta página, ahora los madrileños tienen la oportunidad de contemplar en directo parte de su obra. Junto a él concurre a la exposición una excelente pintora, Carmen C., famila directa de Juan A.
Incluimos unas fotografías de la exposición para general conocimiento. Tened por seguro que cualquier sabinoso que quiera contar con una escultura de Juan A. podrá beneficiarse de un suculento descuento, si se lo solicita. Deseamos el mayor de los éxitos a nuestro compañero.









Exposición

Como algunos recordaréis, entre nosotros contamos con ilustres sabinosos, entre otros con nuestro compañero Juan A., que tiene la virtud de esculpir el metal como un consumado artista. Conocemos alguna de sus obras por haberlas expuesto en esta página, ahora los madrileños tienen la oportunidad de contemplar en directo parte de su obra. Junto a él concurre a la exposición una excelente pintora, Carmen C., famila directa de Juan A.
Incluimos unas fotografías de la exposición para general conocimiento. Tened por seguro que cualquier sabinoso que quiera contar con una escultura de Juan A. podrá beneficiarse de un suculento descuento, si se lo solicita. Deseamos el mayor de los éxitos a nuestro compañero.








Exposición

Como algunos recordaréis, entre nosotros contamos con ilustres sabinosos, entre otros con nuestro compañero Juan A., que tiene la virtud de esculpir el metal como un consumado artista. Conocemos alguna de sus obras por haberlas expuesto en esta página, ahora los madrileños tienen la oportunidad de contemplar en directo parte de su obra. Junto a él concurre a la exposición una excelente pintora, Carmen C., famila directa de Juan A.
Incluimos unas fotografías de la exposición para general conocimiento. Tened por seguro que cualquier sabinoso que quiera contar con una escultura de Juan A. podrá beneficiarse de un suculento descuento, si se lo solicita. Deseamos el mayor de los éxitos a nuestro compañero.









2/2/12

Carlos dice:

Hola Scila.
Llevaba unos días queriendo escribir sobre algo que me ha ocurrido recientemente. Tengo un buen amigo, (nos conocimos en Salamanca haciendo la “mili”) y hace unos días que estábamos viendo algo en mi ordenador, cuando salió tu blog (que tengo en favoritos), cuando mi amigo lo vio me dijo: “Anda, yo he estado allí, creo que en el año sesenta”. Me ha dicho que va a intentar encontrar alguna foto y  hablará con su hermano, mayor que él, por si se acuerda de aquella época.
He visto así mismo que hay un nuevo sabinoso, y de los veteranos, también me uno a la bienvenida general.Lo que dice Luis sobre Ventura, (el instructor) viene a reforzar lo que ya comenté en su día, si bien no recordaba su nombre, otra cosa que también me ha confirmado es lo de los vales, debe ser que esos vales los eliminaron a mediados de los 50, pues aunque yo estuve cinco o seis años después que Luis, también me acuerdo de los vales, aunque no recuerdo qué te daban a cambio.
Yo también resido en Madrid y si por medio de Scila nos podemos poner en contacto para charlar sobre todo aquello, estaré encantado.
Saludos a todos los Sabinosos.