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9/2/10

Bendita curiosidad

Recientemente se puso en contacto conmigo una joven muy interesada por conocer más de los sabinosos, es amiga o conocida de uno de nosotros, me sentí emocionado ante esta curiosidad mostrada por una persona ajena a nuestras vivencias. Por eso quiero compartir- a continuación- con todos vosotros lo que le respondí.


Hola Esther. Verás, no es que se trate de un asunto relacionado con el espionaje internacional, ni de un secreto de familia que ocultemos a ultranza, se trata de algo difícil de explicar puesto que está basado en la memoria, buena o mala, de unos niños, en su mayoría traumatizados por diferentes y variadas causas. De lo que ocurrió durante y- sobre todo- después de la guerra civil en España sabemos poco, o nada. Unos callan por que fueron actores de los hechos y otros porque fueron víctimas y el miedo caló tan hondo que se llevarán a la tumba sus vivencias. Ocurrieron cosas que nos han horrorizado cuando nos las han contado de otros países, como Chile o Argentina, décadas más tarde. Y me estoy refiriendo exclusivamente a los críos, víctimas fáciles en situaciones en las que desaparece lo poco de humano que queda en muchas personas. El caso de los sabinosos no es tan dramático, aunque dejase secuelas de por vida en muchos críos, pero otros ni se enteraron, o lo recuerdan como una época feliz de su infancia.
Contado en dos palabras, se trata de unas expedicones de críos de entre cinco y doce años que llevaban a un centro denominado La Sabinosa para retirarlos de la calle, de los vertederos de basura en los que buscando trapos o chatarra se ganaban la vida, retirarles del delito precoz y aligerar las obligaciones de las familias más underground del país que, cargados de hijos no podía mantenerles, ni en muchos casos escolarizarles. Eran peones en el campo, o en las ciudades, con ocho o diez años, sometidos a toda clase de maltrato y expuestos a una educación desastrosa. Esos niños, en su mayoría procedían de Madrid, pasaban unos meses en un lugar donde se les alimentaba y poco más, no había escuela y la mayor parte del tiempo se la pasaban desfilando como soldaditos de plomo aterrorizados por los castigos de las cuidadoras. Esas historias, en parte, se reflejan en una web a la que poco a poco van acudiendo los supervivientes. Te daré la dirección con mucho gusto pero me gustaría que antes leyeses este libro: "Mala gente que camina" de Benjamín Prado. Te ayudará mucho a comprender la historia que te estoy esbozando. Tan pronto lo termines de leer me avisas y te conduciré al lugar donde se reúnen, virtualmente, lo que queda de aquellos crios. ¿Te parece bien el trato o tu curiosidad no llega a tanto?
Un beso Esther y gracias por tu curiosidad.


Bendita curiosidad

Recientemente se puso en contacto conmigo una joven muy interesada por conocer más de los sabinosos, es amiga o conocida de uno de nosotros, me sentí emocionado ante esta curiosidad mostrada por una persona ajena a nuestras vivencias. Por eso quiero compartir- a continuación- con todos vosotros lo que le respondí.


Hola Esther. Verás, no es que se trate de un asunto relacionado con el espionaje internacional, ni de un secreto de familia que ocultemos a ultranza, se trata de algo difícil de explicar puesto que está basado en la memoria, buena o mala, de unos niños, en su mayoría traumatizados por diferentes y variadas causas. De lo que ocurrió durante y- sobre todo- después de la guerra civil en España sabemos poco, o nada. Unos callan por que fueron actores de los hechos y otros porque fueron víctimas y el miedo caló tan hondo que se llevarán a la tumba sus vivencias. Ocurrieron cosas que nos han horrorizado cuando nos las han contado de otros países, como Chile o Argentina, décadas más tarde. Y me estoy refiriendo exclusivamente a los críos, víctimas fáciles en situaciones en las que desaparece lo poco de humano que queda en muchas personas. El caso de los sabinosos no es tan dramático, aunque dejase secuelas de por vida en muchos críos, pero otros ni se enteraron, o lo recuerdan como una época feliz de su infancia.
Contado en dos palabras, se trata de unas expedicones de críos de entre cinco y doce años que llevaban a un centro denominado La Sabinosa para retirarlos de la calle, de los vertederos de basura en los que buscando trapos o chatarra se ganaban la vida, retirarles del delito precoz y aligerar las obligaciones de las familias más underground del país que, cargados de hijos no podía mantenerles, ni en muchos casos escolarizarles. Eran peones en el campo, o en las ciudades, con ocho o diez años, sometidos a toda clase de maltrato y expuestos a una educación desastrosa. Esos niños, en su mayoría procedían de Madrid, pasaban unos meses en un lugar donde se les alimentaba y poco más, no había escuela y la mayor parte del tiempo se la pasaban desfilando como soldaditos de plomo aterrorizados por los castigos de las cuidadoras. Esas historias, en parte, se reflejan en una web a la que poco a poco van acudiendo los supervivientes. Te daré la dirección con mucho gusto pero me gustaría que antes leyeses este libro: "Mala gente que camina" de Benjamín Prado. Te ayudará mucho a comprender la historia que te estoy esbozando. Tan pronto lo termines de leer me avisas y te conduciré al lugar donde se reúnen, virtualmente, lo que queda de aquellos crios. ¿Te parece bien el trato o tu curiosidad no llega a tanto?
Un beso Esther y gracias por tu curiosidad.


Bendita curiosidad

Recientemente se puso en contacto conmigo una joven muy interesada por conocer más de los sabinosos, es amiga o conocida de uno de nosotros, me sentí emocionado ante esta curiosidad mostrada por una persona ajena a nuestras vivencias. Por eso quiero compartir- a continuación- con todos vosotros lo que le respondí.


Hola Esther. Verás, no es que se trate de un asunto relacionado con el espionaje internacional, ni de un secreto de familia que ocultemos a ultranza, se trata de algo difícil de explicar puesto que está basado en la memoria, buena o mala, de unos niños, en su mayoría traumatizados por diferentes y variadas causas. De lo que ocurrió durante y- sobre todo- después de la guerra civil en España sabemos poco, o nada. Unos callan por que fueron actores de los hechos y otros porque fueron víctimas y el miedo caló tan hondo que se llevarán a la tumba sus vivencias. Ocurrieron cosas que nos han horrorizado cuando nos las han contado de otros países, como Chile o Argentina, décadas más tarde. Y me estoy refiriendo exclusivamente a los críos, víctimas fáciles en situaciones en las que desaparece lo poco de humano que queda en muchas personas. El caso de los sabinosos no es tan dramático, aunque dejase secuelas de por vida en muchos críos, pero otros ni se enteraron, o lo recuerdan como una época feliz de su infancia.
Contado en dos palabras, se trata de unas expedicones de críos de entre cinco y doce años que llevaban a un centro denominado La Sabinosa para retirarlos de la calle, de los vertederos de basura en los que buscando trapos o chatarra se ganaban la vida, retirarles del delito precoz y aligerar las obligaciones de las familias más underground del país que, cargados de hijos no podía mantenerles, ni en muchos casos escolarizarles. Eran peones en el campo, o en las ciudades, con ocho o diez años, sometidos a toda clase de maltrato y expuestos a una educación desastrosa. Esos niños, en su mayoría procedían de Madrid, pasaban unos meses en un lugar donde se les alimentaba y poco más, no había escuela y la mayor parte del tiempo se la pasaban desfilando como soldaditos de plomo aterrorizados por los castigos de las cuidadoras. Esas historias, en parte, se reflejan en una web a la que poco a poco van acudiendo los supervivientes. Te daré la dirección con mucho gusto pero me gustaría que antes leyeses este libro: "Mala gente que camina" de Benjamín Prado. Te ayudará mucho a comprender la historia que te estoy esbozando. Tan pronto lo termines de leer me avisas y te conduciré al lugar donde se reúnen, virtualmente, lo que queda de aquellos crios. ¿Te parece bien el trato o tu curiosidad no llega a tanto?
Un beso Esther y gracias por tu curiosidad.


23/1/10

Manuel

Foto: J.A.
Título: Los wáteres modenizados. 


Manuel, desde Argentina, nos dice que también él pasó por el Preventorio pero, lamentablemente, no nos ha dejado su correo. Si vuelves a pasar por esta página nos gustaría saber en qué año estuviste allí, con qué cuidadora y todos los detalles que puedas recordar. También sería muy interesante contar con alguna fotografía tuya, si las conservas, de las que nos hacían las cuidadoras por el famoso "duro" (cinco pesetas, de la época). Insisto, necesitamos un correo mediante el que contactar contigo.

Bienvenido a esta tu casa y recibe un simbólico y fraternal abrazo de todos nosotros.

Manuel

Foto: J.A.
Título: Los wáteres modenizados. 


Manuel, desde Argentina, nos dice que también él pasó por el Preventorio pero, lamentablemente, no nos ha dejado su correo. Si vuelves a pasar por esta página nos gustaría saber en qué año estuviste allí, con qué cuidadora y todos los detalles que puedas recordar. También sería muy interesante contar con alguna fotografía tuya, si las conservas, de las que nos hacían las cuidadoras por el famoso "duro" (cinco pesetas, de la época). Insisto, necesitamos un correo mediante el que contactar contigo.

Bienvenido a esta tu casa y recibe un simbólico y fraternal abrazo de todos nosotros.

Manuel

Foto: J.A.
Título: Los wáteres modenizados. 


Manuel, desde Argentina, nos dice que también él pasó por el Preventorio pero, lamentablemente, no nos ha dejado su correo. Si vuelves a pasar por esta página nos gustaría saber en qué año estuviste allí, con qué cuidadora y todos los detalles que puedas recordar. También sería muy interesante contar con alguna fotografía tuya, si las conservas, de las que nos hacían las cuidadoras por el famoso "duro" (cinco pesetas, de la época). Insisto, necesitamos un correo mediante el que contactar contigo.

Bienvenido a esta tu casa y recibe un simbólico y fraternal abrazo de todos nosotros.

12/1/10

Alicia

Hola Alicia. Me gustaría ampliar la información que aportas por ser un aspecto que hasta ahora no hemos podido afrontar: contar con escritos de la época que reflejen la realidad siquiera sea con la falsedad, y connivencia, con las normas vigentes en el Centro. Te rogaría me incluyas un e-amil mediante el cual podamos comunicar contigo.
Un afectuoso saludo/Scila.

el mío es: scilas@gmail.com

Alicia

Hola Alicia. Me gustaría ampliar la información que aportas por ser un aspecto que hasta ahora no hemos podido afrontar: contar con escritos de la época que reflejen la realidad siquiera sea con la falsedad, y connivencia, con las normas vigentes en el Centro. Te rogaría me incluyas un e-amil mediante el cual podamos comunicar contigo.
Un afectuoso saludo/Scila.

el mío es: scilas@gmail.com

Alicia

Hola Alicia. Me gustaría ampliar la información que aportas por ser un aspecto que hasta ahora no hemos podido afrontar: contar con escritos de la época que reflejen la realidad siquiera sea con la falsedad, y connivencia, con las normas vigentes en el Centro. Te rogaría me incluyas un e-amil mediante el cual podamos comunicar contigo.
Un afectuoso saludo/Scila.

el mío es: scilas@gmail.com

24/12/09

De Julian para Jesús

¡Muchas gracias por tomarte la molestia de contestarme, y por la foto !

Yo por mi parte creo que tengo una o dos fotos en la que estoy yo sólo (que estoy buscando como loco), pero nunca una colectiva como tienes tú. Después de 50 años tenía una imagen muy difuminada de las enfermeras que estuvieron con nosotros, y sólo recordaba el nombre: Domi.
y efectivamente al ver la foto, la he recordado también físicamente, muchas gracias por el detalle. Me imagino que si vive, habrá pasado de los 80 años, y creo que entonces era una de las jefas de otras enfermeras. Lamentablemente, después de regresar de la Sabinosa, perdí contacto con mis compañeros de entonces y no me acuerdo de ninguno.Nosotros también andamos un poco metiditos en años, yo tengo 57.

Saludos a todos y Feliz Navidad y Año Nuevo.