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25/4/23

La recreación

Nuestro compañero C. de Luís nos ofrece este regalo, la artística recreación manual de un dormitorio tipo, en un pabellón cualquiera, en el Preventorio de la Sabinosa (años 1954-1959) seguramente. Es un lujo volver a contemplar el interior del pabellón, sesenta o setenta años después. 
Personalmente le doy las gracias más efusivas a Carlos por su iniciativa, por las horas de trabajo dedicadas a montar el vídeo y por obsequiarnos con sus dotes artísticas y creativas. Espero que lo disfrutéis amigos sabinosos.
 
 

Scila/

1/2/23

Primer visitante en 2023

-Simplemente saludaros y hacer constar que me ha gustado mucho vuestro blog, al cual he caído, tras muchas carambolas.  Ayer vi, la película "Los renglones torcidos de Dios", rodada en Tarragona en un edificio histórico, Tabacalera. Por casualidad, viendo la historia y las fotos  de ese edificio, conocí la existencia de éste otro edificio histórico abandonado, La sabinosa.

Al entrar en su historia, con ánimo arquitectónico, he conocido la terrible historia de sus antiguos moradores.  Me ha dejado impresionado, por el trato y las vejaciones sufridas por esos pobres niños.

Gracias por vuestro trabajo y un saludo desde Donostia en el Pais Vasco.

 J. A. Novoa S.

6/12/22

para Jara:

 


Scila Klostenos.

Hola Jara. Han transcurrido un par de meses desde que dejó en el Blog de los sabinosos su comentario y del que acusé recibo al día siguiente. 
La expresión de las conclusiones a las que llegó con la lectura de los comentarios del Blog me impactaron, nunca alguien había  expresado los sentimientos provocados por los desordenados, y tal vez infantiles, comentarios de los niños- ya adultos e incluso mayores- que pasaron por aquél Centro, hoy en ruinas. 
Por ello no puedo resistir al deseo de expresarle mi reconocimiento por sus comentarios, por la acertada interpretación de las historias contadas y la fraternal empatía mostrada hacia aquella infancia nuestra, maltratada e ignorada. Gracias.
Vuelva siempre que quiera y déjenos algún pequeño comentario que nos permita pensar que, la dedicación y el esfuerzo por mantener abierto ese pequeño Foro, no son inútiles.
Un fraternal abrazo.
Scila/
6/12/2022



Una afectiva visita

24 oct 2022- Jara D. R. 

Buenas tardes: Sólamente le escribo para darle la enhorabuena y las gracias por el blog sobre La Sabinosa. Soy una mujer de 36 años. Nada tengo que ver con la Sabinosa y al menos que yo conozca, nadie de mi familia estuvo allí, pero soy una persona curiosa, me gusta leer sobre muchos temas, entre ellos, edificios antiguos con historia, y qué ha sido de ellos. En uno de mis ratos muertos, ya hace algunos años, descubrí su blog. 

Éste me ha dado mucho tiempo de lectura interesante, y me ha ayudado a conocer algo más de la historia de éste país, comprender cómo se vivía en la época (algo de lo que ya sabía, pues tengo la suerte de haber conocido en vida a todos mis abuelos, y algunos bisabuelos, que murieron cuando yo ya era bien mayor). Aunque ellos me relataban de su vida, y de las penurias de la posguerra, que no fue agradable para nadie, su blog me ha dado la visión del mundo desde los ojos de muchos niños. Esto nos hace darnos cuenta de la gran suerte que tenemos actualmente, donde en principio es impensable éste trato hacia los niños, y donde la vida ha mejorado sustancialmente para toda la población (por supuesto sé que una pequeña parte de la población vive en la pobreza, pero quiero creer que salvo casos puntuales que por supuesto se deberían atender, ya no se pasan esas penurias de niños descalzos, malnutridos... y además maltratados.

En fin, que me extiendo en divagaciones.... muchas gracias por el esfuerzo de mantener vivo un blog con tan valiosa información, aunque lamento que esta información haya tenido que salir de su sufrimiento y del de tantos otros, y no de una experiencia gozosa como les prometieron. Un abrazo.

19/9/22

Testimonio de un sabinoso (Redes del Misterio).

 Redes del Misterio ha dedicado un tiempo a conocer e investigar el Preventorio de La Sabinosa. Han elaborado un magnífico album fotográfico con imágenes del Centro y recogido testimonios de personas que directa o indirectamente tuvieron relación con el Preve. Uno de los testimonios recabados es el de Scila, autor de este Blog y ex sabinoso. A continuación se incluye dicho testimonio.


TESTIMONIO DE UN SABINOSO.

La red de Preventorios tengo entendido que surge en plena postguerra, utilizando en ocasiones instalaciones previamente dedicadas a uso hospitalario, o lazaretos y prisiones provisionales que duraron años, o actividades similares. Y surge como solución urgente y barata para atajar posibles pandemias de enfermedades altamente contagiosas. Acogieron a miles de críos que deambulaban por los barrios marginales de las grandes ciudades, en muchos casos sin escolarizar, al borde de la delincuencia, mal alimentados y víctimas propicias de todo tipo de enfermedades que, ante la falta de higiene prevención sanitaria, y medicinas, podían terminar por convertirse en plagas endémicas, como fue el caso de la tuberculosis en la década de los años cincuenta.

A la pérdida de cientos de miles de hombres en la guerra y durante la interminable posguerra, no podían permitir sumar la de la juventud, la infancia, que corría el riesgo de contagiarse de forma exponencial y cuyo tratamiento médico sí era caro, largo y costoso. De ahí la aparición de una red de sanatorios antituberculosos, la constitución de un Patronato bajo el lema de la cruz de Lorena, esa cruz roja de dos brazos de distinta longitud.

Pero hay que distinguir los Sanatorios antituberculosos, como era el de Guadarrama en Madrid, de los Preventorios, estos últimos eran lugares a los que se enviaba a niños sanos- no enfermos- en sucesivas expediciones para mantenerles durante unos meses- no hay acuerdo en la duración de la estancia, se habla de tres meses, de un año, incluso más- con el sólo propósito de tenerles bien alimentados, al aire libre y alejados de los focos de infección potencial de sus barrios y de las propias escuelas, donde se contagiaban unos a otros con suma facilidad.

Sólo conozco La Sabinosa y sólo de lo que conozco puedo hablar. Allí hubo malos tratos físicos y psíquicos a niños muy pequeños, hubo una alimentación seguramente abundante pero mal preparada y posiblemente de muy mala calidad. Es muy difícil de entender que niños que venían, en general, mal alimentados e incluso algunos pasando auténtica hambre en sus casas prefiriesen no comer cuando les ponían delante el plato arriesgándose a recibir un fuerte castigo físico. Algunos vomitaban la comida que ingerían atemorizados por el castigo, si no lo hacían, y alguno tuvo que comerse los vómitos, a guantazo limpio. Eso era así.

Se les abría el correo que recibían, y los paquetes (que guardaban las cuidadoras en sus habitaciones), se les censuraban las cartas que escribían a la familia, y se les mantenía durante horas sentados en la arena de la playa, o en el cercano monte con las rodillas levantadas y la cabeza entre ellas. Aunque la tal señora maestra que telefoneó al programa de Tv diga lo contrario. Jamás en el grupo que me tocó estar dieron un día de clase, jamás vi el aula de la maestra ocupada por niños, además resulta llamativo que, para seiscientos niños, hubiese una sola maestra, está claro que no podía hacer otra cosa que lo que hacía: leer libros o hacer manualidades y cuidar de sus uñas, muy rojas y bellísimas, según recuerdo.

Las cuidadoras eran personas seguramente sin la necesaria formación que hoy en día se exige para tratar con niños, no es de extrañar que, para controlar cada una a sus 20/30 «golfos», como nos llamaban, recurriesen a las palas de madera y a los silbatos metálicos para mantener la disciplina a golpes, y si lograban meter un poco de miedo en el cuerpo mejor, más dóciles se volvían las criaturas.

Las duchas colectivas con agua helada, la presencia de las cuidadoras en los wáteres y en las duchas hoy no se tolerarían. El trato a los “meones” sería intolerable, de juzgado de guardia. Así que las famosas colonias eran un lugar idílico, en cuanto a su emplazamiento, las familias incluso buscaban recomendaciones para que admitiesen a sus hijos por lo que era frecuente la convivencia de chavales del lumpen madrileño con casi señoritos del Madrid de los Austria. Los padres desconocían las condiciones reales en las que transcurrían las “vacaciones”, y el que los hijos se lo contasen a su regreso no servía de nada, no se les creía. Era otra época, qué duda cabe.

Por lo demás no había niños enfermos, no había desapariciones, torturas, misterios… nada que ver con la parapsicología, creo. Esta es mi versión, la versión de mis recuerdos dulcificados por la experiencia y el tiempo, eso sí.

Scila Klostenos/ 04/10/2012

 


11/4/22

Hola, soy Arturo de nuevo.

  

10 abr, 2022

     

    

Para scila.

Hola: Me llamo Arturo. Después de unos años, vuelvo a escribir para contar prácticamente lo mismo de entonces ya que, por motivos personales, no he podido seguir entrando en el Blog de los sabinosos como me hubiera gustado.

Fuí en la expedición 200, que fue en mayo de 1957 y la verdad que yo no lo pasé tan mal como han comentado otros sabinosos. Estuve con la señorita Mª Teresa, la cual creo recordar, se portaba de forma correcta a mi forma de ver en aquella época. Adjunto unas fotos que tenía guardadas con dos compañeros, Enrique, José Antonio y la mencionada señorita Mª Teresa. Si alguno de vosotros os acordáis escribir.


Un saludo a todos los sabinosos .

4/11/21

Visita a la Sabinosa

Recientemente pasé cerca del Preventorio en dirección a Francia. Dado que viajaba con tiempo de sobra no puede resistirme a dejar la autovía y acercarme a las playas. Entré por la Rabassada, cruzando bajo el puente del tren, pero me encontré con la prohibición de acceso con vehículos. De modo que retrocedí y seguí hasta la siguiente salida: la playa de La Sabinosa que, como casi siempre, estaba desierta. Tan sólo una pareja correteaba con su perro jugetón en el borde de las olas que apenas mojaban sus pies.

La playa estaba espléndida, con una ligera brisa y un sol cálido e inesperado, la previsión anunciaba lluvia. Me acerqué al quiosko pensando que estaría cerrado pero no, en su interior preparaban las terrazas con mesas mirando a la playa, a la espera de comensales que llegarían poco a poco hasta ocuparlas.

Es un lugar paradisiáco, siempre me lo parecre, una zona recoleta, limpia, con arenas doradas y un mar en continuo movimiento, con olas rizadas y bordes de espuma blanca y, salvo en verano, siempre como desierta. Y al fondo a la derecha, la valla centenaria con la estrecha puerta metálica por la que nos sacaban a los internos- en fila de a dos- de paseo.

Paseo que solía durar cien metros: de repente el silbato y la voz de la cuidadora: "Sobre el propio terreno, sentarse. Subir rodillas y apoyar la cabeza, los brazos sujetan las rodillas. ¡Arr!                                                           
Y terminaba así el paseo, tan esperado y tan corto. ¡Qué recuerdos!
 
 

Un abrazo sabinosos/Scila

5/9/21

Doce años después


 Doce años después de su primera aparición en este Blog vuelve a visitarnos Jesús de Tetuán. Agradezco la aportación de las fotografías desaparecidas que han sido repuestas en el Blog de inmediato. Efectivamente, desde hace tiempo el funcionamiento del Blog viene sufriendo contratiempos y desconfiguraciones de difícil reparación. Las herramientas disponibles no ayudan y el escaso acceso de visitantes no justifican las muchas horas invertidas en mantenerlo a flote. Hay quien viene y se lleva fotografías o textos, no sé si eso es causa de desconfiguración o sólo una anécdota más, pero es cierto que desaparecen textos o mágenes que, en principio, sólo por copiar no deberían desaparacer.
Como recordaréis, Jesús nos aportó en su día una versión distinta a la de la mayoría de nosotros, para él fue- en realidad estuvo en dos ocasiones- una estancia agradable y el trato recibido correcto. Como se suele decir cada uno cuenta la Feria según le fue, sin que ello quiera decir que uno tiene la razón y otro no. No hay verdades absolutas, pero sí matices.
Celebro tener noticias tuyas Jesús, espero que estés bien y sigas viniendo por este lugar que compartimos los sabinosos. Un abrazo.

Scila/


Jesús de Tetuán, de nuevo

 


 
 
 
 
 
Hola, Scila.Espero que estés bien.
En el año 2009 estuvimos en contacto en tu blog y te envié un par de fotos de la Sabinosa del año 1.959. Hoy, después de muchos años, he vuelto a visitar tu blog y veo que se han perdido (o al menos yo no veo las fotos). Te las vuelvo a enviar por si son de tu interés.
La señorita que aparece en las fotos con los niños es la señorita Domi.
 
 
Yo soy Jesús, de Tetuán. Madrid. Estuve en la Sabinosa dos veces, en el año 1959 y 1963. En las dos ocasiones fue la señorita Domi nuestra tutora.

Un abrazo y muchas gracias por mantener este blog, tan importante para mantener vivos los recuerdos de quienes allí estuvimos.

 

Jesús L. C.

7/7/21

Un nuevo testimonio.

 

Recientemente se ha apuesto en contacto con el Blog A. Barcia para hacernos llegar un nuevo testimonio gráfico de su estancia en las colonias del Preventorio. Nos complace incorporar esta imagen, tan aparentemente bucólica, de unos niños tomando el baño en la playa de la Sabinosa, ajenos todavía a la dura realidad de los internos. 

Dado que el primer comentario de Barcia se publicó hace unos años nos parece oportuno recuperarlo de nuevo entrecomillado junto con la nueva fotografía. 

(Scila).

 07/07/2021 

A. Barcia: Hace tiempo conté mis vivencias en el "preve", ahora os mando estas fotos que encontré hace poco y por casualidad, yo soy el segundo por la izquierda.

 

15/07/2015

-"Hola me llamo A. Barcia y soy un Savinoso del año 1961. Mis recuerdos, con 10 años, no son muchos: primero el tren desde Madrid, viajamos de noche, durmiendo sobre una manta en el suelo del compartimiento o en los pasillos. Mi pabellón era el 8A, la señorita que tuve primero se llamaba Ana, ésta era de trato aceptable, pero se fue de vacaciones y vino la señorita Rosario: mala, mala, mala. Tal es así que, cuando he visto la foto de los compañeros con la cabeza en las rodillas, se me saltaron las lágrimas. El comedor, el recinto donde rezábamos el rosario- con cañas en el techo-, y tantas cosas mas que seguiré recordando".

-"Una cosa que recuerdo siempre por lo que me impactó en su momento, y el daño psicológico que me hizo, (que le hizo a aquel niño) fue cuando en los últimos días de estancia en el Preve, nos llevaban a Tarragona, para comprar los regalos a los familiares; unos cuantos no pudimos ir por falta de dinero, con lo poco que tenía un compañero me compró un llavero. Una vez en Madrid mi madre me dijo que me mandó dinero, 25 pesetas de la época, mas que suficiente para pagar el viaje en autobús y los regalos, pero ese dinero nunca llegó a aquel niño, ¿quién se lo quedó?: la señorita, que era la que repartía el dinero que nos giraban nuestros padres. En la próxima entrada intentaré ser mas positivo".

 A. Barcia/

4/7/21

Se aproxima el fin... de la pandemia

 

Eso esperamos todos, que ese ansiado fin del temor a contagiar o ser contagiados nos permita de nuevo ser nosotros, salir y entrar, viajar, movernos... vivir en definitiva, porque este encierro prolongado no beneficia a nadie.
En cualquier caso sabemos por experiencia que, aunque las estadísticas digan que vamos cuesta abajo, el riesgo existe y en cuanto celebran unos cuantos sus botellones o se apuntan a viajes de fin de algo los contagios aumentan exponencialmente y, el efuerzo y la paciencia empleados por la maypría para respetar las normas, nos puede parecer estéril, inútil.
De modo que vamos a disfrutar del tiempo, del verano y de la relajación de las normas anti Cobi, pero con la rfesponsabilidad y la sensated necesarias para no retroceder a las sitaciones de primeros de año o del pasado 2020. 
 
Sed felices.Un abrazo sabinosos.
/Scila.

2/3/21

Fede, sabinoso de 1.964

 


Hola sabinosos.

Me llamo Fede. Estuve en el Preventorio creo que el verano del 1.964. Tres meses. Vivía en Tetuán (Madrid), calle Huesca e iba al Colegio Nacional Víctor Pradera. 

Me acuerdo que iba  a pasar del cole de primaria al Instituto (de los pocos que pasábamos entonces, 5 de 40….el resto salía de la escuela a los 12/14 años) y mi madre acordó con el maestro retrasar un año el paso al Instituto porque volvería en septiembre, con el curso ya empezado. Creo que decían que valía la pena. Muchos recuerdos y sensaciones de aquellos tres meses. Bastante pena (sólo en el autocar que salía de Madrid, de la calle Fernando el Católico- creo- ya se me saltaban las lágrimas). 

Al llegar: uniforme y afeitado en la cabeza con mocheta en la frente. Los “veteranos” nos cantaban: ”Novatos del pre, novatos del pre”… al tiempo nosotros se la cantábamos a los que iban llegando. Ahora vivo en Vallecas, hace 20 años un vecino mío, me recordaba esa “canción” y lo mal que lo pasó. Se suicidó a los dos años de charlar sobre estos recuerdos.

Recuerdo que había un servilletero que era el responsable de repartir agua y no sé qué más  en las mesas del comedor. Recuerdo que la comida era asquerosa. A las “natillas” del desayuno las llamábamos Serrín. Recuerdo rosario diario con sus letanías  y todo por las tardes. Recuerdo que yo, me meaba en la cama todos los días y para que no se notase, por la mañana, cuando hacíamos la cama,  yo lo tapaba todo bien tapado. Un día que se meó el vecino, le pillaron y se reían de él, yo- cagado y mezquino- también. Este vecino, el pobre – se llamaba Andrés- lo pasaba fatal. Por las noches lloraba, creo que era huérfano, y decía: “Que estará haciendo mi tía en este momento”, yo no sabía que decirle. Recuerdo que a otro vecino, le llamaban el Profidén, porque se comía la pasta de dientes. Cantábamos por las tardes en un pinar que había cerca de los pabellones, recuerdo la de “Un flecha en un campamento, en la cama se meó...”, porque se dirigían a mi vecino que se había meado una noche (yo miraba al cielo para que no me pillaran... tenía el colchón empapado de tantos meados tapaditos).

Algún día íbamos a la playa. Nos ponían en fila. A toque de silbato entrábamos al agua y a toque de silbato salíamos. Venía alguna monja a estos eventos, creo.

Alguna vez vinieron mis padres de visita. Creo que no abría la boca en todo el día. Me traían unas empanadillas riquísimas de cabello de ángel. Dábamos un paseo. Años después creo que mi madre se arrepintió de haberme mandado al Preventorio. Tremenda experiencia para un niño de 8 años, tres meses en esa especie de campamento  militar, C.I.R.. Puede que haya generado algún tipo de defensa en mí. No lo sé. Lo que sí sé, es que tengo un recuerdo que me hace revivir malos, muy malos sentimientos.

Un domingo nos llevaron a ver al Gimnástica de Tarragona que debía ser el equipo de fútbol de Tarragona (la bomba). Otro día recuerdo ir con mis padres de visita a Tarragona.

Un abrazo sabinosos/Fede.